Desde San Lázaro

Entre distractores y polarización, rumbo al despeñadero

La reforma electoral propuesta por el presidente servirá para recrudecer las posiciones ya de por sí encontradas entre el gobierno y sus opositores.

Ya develado el misterio sobre la visión del Ejecutivo en torno a mantener la hegemonía de su proyecto político más allá de 2024 al que, por supuesto, los partidos políticos de oposición manifestaron su rechazo, veremos en las próximas semanas la polarización a grado superlativo ya que no solo entre los políticos se da este efecto, sino también en la misma sociedad que por desgracia presenta altos grados de descomposición social que, sin duda, mantiene a la gobernabilidad colgada de alfileres.

La reforma electoral propuesta por el presidente, a la que hemos llamado el ‘Decálogo de la Dictadura para Entronizarse en el Poder’ y que por supuesto no pasará en el Congreso, al carecer el bloque oficialista conformado por Morena, PT y PVEM de la mayoría calificada, servirá para recrudecer las posiciones ya de por sí encontradas entre el gobierno y sus opositores, además de, lo más grave, seguir posponiendo las soluciones por parte de la administración del presidente López Obrador a los problemas que aquejan a la ciudadanía.

Mientras que se desploma el PIB, el peor en la historia moderna del país y la violencia e inseguridad se enquistan en todo el territorio nacional, además de que la inflación pulveriza los salarios de los trabajadores, AMLO mantendrá los niveles de violencia verbal a la que somete todos los días a sus detractores.

La estanflación será una de las herencias del tabasqueño por lo que será recordado por mucho tiempo.

Ahora, con el pretexto de defender su reforma electoral, pues no dejará títere con cabeza, ya que un día seguirá atacando a periodistas, otro al INE y los demás a sus adversarios políticos y a uno que otro gobierno que exprese públicamente su rechazo a las políticas injerencistas de AMLO.

El chiste es mantener entretenida a la audiencia para que no repare en el desastre que a su paso van sembrando las decisiones del presidente.

Las cortinas de humo y la pirotecnia lanzadas desde Palacio Nacional para querer tapar el sol con un dedo serán el rasgo distintivo durante los 29 meses que le restan a esta administración.

Desde el punto de vista de los empresarios, saben que tienen que rascarse con sus propias uñas para mantener sus empresas a flote; tanto las pequeñas como las grandes deben establecer un entorno favorable en donde no solo deben preocuparse por su propio desempeño, sino por toda la logística, los sistemas de inteligencia y de seguridad, entre otros tantos factores para mantenerse en pie, por lo menos durante los próximos tres años.

El nivel de incapacidad, por decirlo de manera elegante, de la mayoría de los actuales funcionarios públicos es un común denominador que ha obligado a la iniciativa privada a suplir lo que le tocaría al gobierno cumplir.

La visión generalizada de los miembros de la 4T que participan en tareas de alto nivel de responsabilidad es, en el mejor de los casos, omisa ante las demandas de la IP ya que los ‘fifís tienen el poder del dinero para resolver cualquier cosa’.

Así ha sido desde que AMLO tomó el poder, se recrudeció con la pandemia y ahora con las presiones inflacionarias derivadas de la invasión rusa a Ucrania y las causadas por sus malas decisiones.

Mientras que en otras latitudes del orbe los gobiernos apoyan sus empresarios, aquí se les estigmatiza hasta la condena, pasando por alto que esos emprendedores con sus impuestos mantienen las ocurrencias del principal huésped de Palacio Nacional.

Así que si alguien pensaba que en la última parte del sexenio de AMLO iban a mejorar las cosas, pues menuda decepción se llevarán porque todo estará peor.

Lo que toca la 4T lo descompone, aun lo que medianamente funcionaba como las estancias infantiles o el Seguro Popular y otros programas de política social que por lo menos garantizaban a los más pobres llevarse un bocado a la boca.

La prioridad máxima para el presidente López Obrador es mantener el poder a toda costa, todo lo demás lo tiene sin cuidado. Claro, intenta gobernar para que la situación no se le salga de las manos; sin embargo, son tantos los frentes abiertos y los problemas que se disparan geométricamente que, solo es cuestión de tiempo para que se acreciente la crisis social, económica y política.

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