Desde San Lázaro

Un gabinete muy limitado e inoperante

El gabinete de AMLO está conformado en su mayoría por personas de bajo perfil académico y profesional, pero las remociones no han sido por incompetencia, sino por deslealtad.

El gabinetazo del presidente López Obrador es de muy bajo perfil académico y profesional, salvo algunas honrosas excepciones que no rebasan los dedos de una mano, los demás dan pena ajena en sus apariciones públicas.

Pero, no crea estimado lector, que la incompetencia ha sido solo la causa de la remoción de algunos miembros de ese gabinete, sino, a decir del presidente, la deslealtad.

El más reciente relevo entre los principales colaboradores del presidente, el de Santiago Nieto, en la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, cuya boda en Guatemala se utilizó como pretexto para despedirlo, aunque en la realidad fue porque trae agenda propia en contra del fiscal Gertz Manero, pleito que, por cierto, lejos de cesar se agudiza, a grado tal que la renuncia de este último ya está siendo considerada también en Palacio Nacional.

Esta es otra razón de los despidos: los pleitos intestinos en el seno del equipo cercano al jefe del Ejecutivo federal, en esta lógica se dan la dimisión de Julio Scherer y de otros secretarios de Estado que salieron como Olga Sánchez Cordero y Javier Jiménez Espriú.

Los casos de Carlos Urzúa y Germán Martínez se cuecen aparte, toda vez que dimitieron por no estar de acuerdo con las decisiones del presidente, quien no tiene idea de las consecuencias que acarrean las mismas, a decir del propio extitular de la SHCP.

El tema es que, de los que permanecen en el cargo, a muchos de ellos no los conocen ni en las dependencias que despachan, es tal su presencia gris y mediocre, que mientras no entorpezcan, ya es ganancia.

Al presidente no le interesa que crezcan sus enanos. Salvo aquella a la que le es imposible crecer, Claudia Sheinbaum, los demás es mejor que ni saquen la cabeza y menos que pretendan ver al ‘preciso’, sin ser llamados.

AMLO ha realizado 35 cambios durante los primeros tres años de gobierno y seguramente hará otros tantos, en la medida que su proyecto político no tenga posibilidades de crecer después de 2024.

En esta lógica cualquiera puede salir y seguramente mucho de los que hoy se creen indispensables, el día de mañana solo serán cambiados por ser considerados fusibles quemados.

Los integrantes del primer círculo de colaboradores del presidente es un grupúsculo que operan los temas de las mañaneras y la agenda política del presidente, como el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, además de Rogelio Ramírez de la O y el staff de presidencia.

Los otros, saben que mientras no le causen problemas al jefe, con eso les basta para nadar de muertito hasta la orilla que se ubica en octubre de 2024.

Alguien sabrá, verbigracia, qué hace Miguel Torruco al frente de la Secretaría de Turismo, salvó el de hacer caravanas con sombrero ajeno cono sucedió en el último tianguis turístico celebrado en Mérida, en donde el gobernador de Yucatan, Mauricio Vila y su gente, así como las secretarías de Turismo estatales y por supuesto los prestadores de servicios turísticos, se lucieron a tal grado de llevar a cabo un acontecimiento sin precedentes que significará un repunte significativo de esta actividad a nivel nacional.

Voy a enumerar algunos nombres para ver si alguien conoce en donde laboran: Román Meyer Falcón, Roberto Salcedo Aquino, María Luisa Albores González y Pedro Zenteno, tan solo por citar algunos anodinos.

En cambio, hay otros secretarios o miembros del gabinete ampliado que son más conocidos por sus yerros, ya por sus decisiones, su forma de hablar; ya por sus imprecisiones en datos que son básicos de la dependencia a su cargo o de plano por su incultura general: Rocío Nahle, Delfina Gómez, Luisa María Alcalde, Rosa Icela Rodríguez, Alejandra Frausto, Jorge Arganis, Tatiana Clouthier Carrillo, Javier May y Octavio Oropeza.

Bueno y que decir de Jorge Alcocer, Hugo López Gatell y Manuel Bartlett, angelitos que seguramente serán perseguidos cuando dejen el cargo.

Este es el gabinetazo que acompaña al presidente en un periplo cuyo destino final se enturbia en la medida que salen a la luz actos de corrupción, ineficiencia y opacidad.

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