Desde San Lázaro

Fonden-Bienestar

Es conveniente que los diputados se pongan de acuerdo y aprueben una partida ex profeso para atender a la población afectada por desastres de cualquier tipo.

Si el presidente quiere entregar el dinero directamente a los damnificados, que lo haga. El problema es que no hay recursos etiquetados del Presupuesto para tal propósito.

En momentos en que se inicia la discusión del Paquete Económico del próximo año en la Cámara baja, es conveniente que los diputados se pongan de acuerdo y aprueban una partida ex profeso para atender a la población afectada por desastres de cualquier tipo, y si AMLO busca un nombre para ese programa y que todos se lo reconozcan, pues que le ponga Fonden-Bienestar, el chiste es que ayuden a la población afectada que, por desgracia, son los más pobres del país.

El argumento para desaparecer al Fonden fue por “la corrupción que prevalecía en el reparto de la ayuda a los damnificados”, sin embargo, a la fecha no hay ningún ex funcionario procesado por tal delito ni a nivel federal estatal o municipal, y en cambio todos los recursos que tenía ese fideicomiso desaparecieron por arte de magia.

Nadie sabe a dónde se fueron y lo cierto es que en estos momentos esos dineros serían la diferencia entre la vida y la muerte; entre la supervivencia o la aniquilación paulatina para cientos de miles de mexicanos.

En el Congreso, los legisladores de todos los partidos se han pronunciado porque se auxilie a la población afectada, empero, mientras que unos, los de oposición, piden que se restituya al Fonden; otros, en cambio, proponen que surjan nuevos programas ‘con el sello de la casa’.

Debe ser ahora, en momentos que se discute el Presupuesto del próximo año en la Cámara de Diputados, cuando se deban establecer los montos para esos apoyos, así como sus reglas de operación para distribuirlos.

La diputada Ana Teresa Aranda Orozco (PAN) presentó una iniciativa para que en el Presupuesto de Egresos de la Federación se asigne una partida para fondos de apoyo social ante desastres naturales, a fin de garantizar el acceso a los recursos a la población más afectada.

Lo anterior, al presentar reformas a diversas disposiciones de la Ley General de Protección Civil, de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios y de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

Consideró que la desaparición del Fonden ha dificultado el acceso a los recursos y ya ha costado vidas, particularmente de personas en situación de pobreza.

“Hoy los estados y municipios no tienen acceso ágil a recursos para hacer frente a los efectos de los desastres que han estado ocurriendo y que, por obra de la naturaleza, se seguirán presentando a lo largo y ancho del territorio nacional”, aseveró.

Dijo que es inaplazable instituir el Fondo de Apoyo Social ante Desastres Naturales, así como el Fondo para la Prevención de Desastres y el Fondo para Atender a la Población Rural Afectada por Contingencias Climatológicas, a fin de que el Estado mexicano cuente con un instrumento que facilite el acceso y la distribución de recursos para apoyar a las personas y familias ante los efectos de los fenómenos naturales.

Las asignaciones en el Presupuesto de Egresos para estos fondos, sumadas a las disponibilidades existentes en las reservas correspondientes, en su conjunto no podrán ser inferiores a una cantidad equivalente a 0.4 por ciento del gasto programable, detalló.

Como esta Iniciativa hay otras tantas, el meollo del asunto es que las aprueben y no solo quede en propuestas que de nada sirven para la población afectada.

En septiembre y octubre se espera el arribo de más huracanes y uno que otro temblor. Ante ello, dirán misa pero no hay dinero para atender a las regiones afectadas en cuanto a la reparación de los daños, como a las necesidades de los damnificados. Y así será el próximo año.

La cobija del Presupuesto no alcanza para cubrir todas las necesidades, en eso no hay duda, lo que es inobjetable es que ante la falta de los fondos que se tenían para proteger principalmente a la población más vulnerable, se debe constituir una nueva bolsa de recursos que sean intocables, incluso hasta para el mismo presidente, para atender los daños que dejan a su paso los desastres naturales.

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