Desde San Lázaro

El juicio de la historia calificará a Zaldívar

La defensa a ultranza que realiza López Obrador para prolongar el mandato del presidente de la CSJN, Arturo Zaldívar, lo hace ver como un pelele a su servicio.

La defensa a ultranza que realiza el presidente López Obrador para prolongar el mandato del presidente de la CSJN, Arturo Zaldívar, en lugar de ayudarlo lo arrincona más y lo hace ver como un pelele a su servicio.

El patiño favorito del jefe del Ejecutivo federal creyó que con su ambigua respuesta en torno a su permanencia en el cargo por dos años más iba a aquietar las aguas, pero al contrario, lo situó exactamente en el lugar que le corresponde en la historia como un esbirro del Ejecutivo al comprometer la autonomía y la independencia del Poder Judicial.

Se requería una posición firme y digna en torno al regalo que le quiere hacer AMLO a Zaldívar a través del Congreso, pero desaprovechó la oportunidad y al cotejar su indigna posición con quienes lo han precedido en el cargo, pues se aprecia que el puesto le quedó grande, ya que solo piensa en sus intereses personales.

Cuánta decepción ha causado la actitud entrevista de Zaldívar entre sus pares y la mayoría de jueces y magistrados, quienes todos los días resuelven asuntos de su competencia apegados al mandato supremo de la Carta Magna.

En cambio, el presidente de la Suprema Corte ha hecho todo lo contrario y cree que con echarles la bolita a los ministros ya la libró. Sin embargo, sólo descobijó sus deseos de mantenerse en una posición que de ninguna manera le corresponde más allá del término constitucional de cuatro años por los que fue nombrado.

Trata de exculparse en una supuesta autonomía del Poder Ejecutivo, aunque el presidente López Obrador le reitera en las últimas mañaneras que no hay tal y que él desea que siga en su cargo para seguir sirviéndolo.

Qué triste papel de Zaldívar y qué lástima que no tenga altura de miras para vislumbrar que después de los años que se mantenga al frente de la Corte, vendrá el severo juicio de la historia.

Sean cuatro, seis o 15 años los que dure en el cargo, será recordado como el hombre que terminó la división de poderes en México.

Mientras ello pasa, los legisladores del PAN, PRI, MC y PRD alistan promover una controversia constitucional que tendrá que resolver la SCJN, o sea Zaldívar.

Por fortuna para el Poder Judicial y para el país hay jueces valientes que a pesar de la enorme presión que ejercen desde Palacio Nacional para someter sus resoluciones al interés del presidente, su actuación ha respetado el orden constitucional y preservado el Estado de derecho.

Hay muchos servidores públicos que se suben a un ladrillo y se marean y otros creen que van a mantenerse en el poder toda la vida, olvidan que mientras mayor sea la responsabilidad con mayor rigor la historia los juzgará; y al final del día, lo que importa son los resultados y el impacto que tuvieron sus decisiones entre los ciudadanos.

Todo ciudadano debe respetar la ley, cuantimás un juez, un magistrado o un ministro, quienes en sus actuaciones deben, como regla fundamental, respetar la Constitución y con sus actos consolidar el Estado de derecho

Desde San Lázaro, los legisladores de los partidos de oposición apelan a los demás ministros de la SCJN, a que declaren la inconstitucionalidad del precepto normativo que pretende ampliar el mandato de Zaldívar a seis años.

Aseveraron que la inaplazable y recién avalada reforma a fondo del Poder Judicial de la federación quedó atrapada en el inconstitucional por el ‘caso Zaldívar’, por lo que urge superar este ‘nefasto’ episodio que amenaza con causar un daño irreparable a la Corte.

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