Repensar

Echeverría y Nixon

Quedaron grabadas las conversaciones entre el presidente Richard Nixon y Luis Echeverría en plena Guerra Fría.

Desde la administración de Lyndon Johnson, se graban todas las conversaciones del presidente, tanto las telefónicas como las que se hacen en la Oficina Oval. El objetivo es proporcionar a los historiadores una constancia exacta de sus palabras. El material permanece en reserva durante 25 años y después es accesible para cualquiera que lo solicite.

Fundado en 1985, el National Security Archive es un grupo de académicos y periodistas que difunde archivos desclasificados y, al amparo de la Ley de Libertad de Información, solicita documentos que considera importantes para la opinión pública.

En 2003 la investigadora Kate Doyle publicó las menciones de México que encontró entre las 3 mil 700 horas de grabación durante el gobierno de Richard Nixon. Ahí está lo que platicó, durante casi tres horas, con Luis Echeverría en su visita del 15-16 de junio de 1972, hace 50 años, en plena Guerra Fría. Estaban presentes, además, el secretario adjunto de Seguridad Nacional, Alexander Haig, y el canciller Emilio Rabasa. A continuación, se transcribe lo que le dijo nuestro presidente a su anfitrión:

“En el discurso que daré en la sesión conjunta del Congreso, reiteraré mis principios del tercer mundo frente a las grandes potencias, porque si yo no tomo esa bandera en América Latina, lo hará Fidel Castro. Nosotros en México intuimos, y lo sentí también cuando estuve en Chile y Centroamérica, entre los jóvenes y los intelectuales, que Cuba es una base soviética en todo el sentido de la palabra, tanto militar como ideológicamente. Y esto está pasando frente a nuestras narices”.

“Es obvio que con los grandes subsidios que recibe de los soviéticos y su complicidad muy profunda, busca proyectar su influencia en América Latina. Si en México no adoptamos una posición progresista, en un marco de libertad y de amistad con Estados Unidos, esa tendencia crecerá”.

“La Unión Soviética está utilizando al régimen cubano, ocultando con propaganda sus grandes fallas y divulgando algunos progresos que ha habido, reales o supuestos. Castro no ha tenido escrúpulo alguno en sacrificar a su propio país y eliminar allí todas las libertades, sólo para ser una herramienta de los soviéticos. En este mismo momento está haciendo una gira por los países socialistas de Europa del Este”.

“Esto plantea un problema enorme para toda América Latina en esta época de crecimiento demográfico, desempleo y tensiones sociales agravadas”.

“Por eso creo que es sumamente importante, y esto es algo que me preocupa mucho personalmente, que les quitemos la bandera, haciendo verdaderos esfuerzos de cooperación en los más altos niveles de gobierno, así como con la iniciativa privada. O encontramos soluciones económicas equilibradas a estos problemas o los comunistas ganarán terreno en América Latina”.

“No hay duda de que sus reuniones (del presidente Nixon) en China y Rusia fueron un gran éxito, pero al mismo tiempo, cualquier cosa que China o Rusia puedan hacer para causar problemas, lo harán y en América Latina lo sentimos directamente”.

“Este problema se refleja en la propia sociedad estadounidense, en los mexicoamericanos, puertorriqueños y otros grupos raciales minoritarios. Castro y Cuba son instrumentos de penetración incluso aquí. A pesar de la prosperidad de Estados Unidos, hay grupos de estudiantes universitarios, con magníficas condiciones de alimentación y posibilidades de estudiar, que han estado yendo a Cuba”.

“Cuando estaba por salir de México, me informaron que grupos de allá se habían puesto en contacto con la activista Ángela Davis y conocimos planes de montar una manifestación en mi visita a San Antonio, en protesta por la existencia de presos políticos en México. Todo eso está conectado con la gente de Chile, con la gente de Cuba, con los llamados grupos chicanos en Estados Unidos. Están trabajando muy activamente, y estos eventos que suceden en América Latina tienen repercusiones dentro de las fronteras de Estados Unidos. Lo que pase en América Latina se va a reflejar forzosamente en Estados Unidos. Somos una unidad indisoluble”.

“La propaganda soviética y china les dice a los latinoamericanos que ellos van a resolver sus problemas, mientras que el sistema capitalista, con sus libertades, no los soluciona. Quiere decir que tenemos que fomentar inversiones equilibradas con responsabilidades compartidas, con la preservación y el fortalecimiento de las libertades”.

“Al presidente Allende yo le decía que cuál va a ser el camino para fomentar que haya inversiones, porque están ahuyentando todo y hay gran carencia de cosas en Chile. Fuera de una política de nacionalización de recursos básicos, no encuentran el camino para estimular la inversión”.

“El dilema que se plantea para los próximos años es la solución castrista de dictadura, con entrega a una potencia socialista y como una base antinorteamericana ideológica y militar. Urge un replanteamiento de la política norteamericana frente a toda América Latina”.

“Sentimos que lo que Cuba o la URSS pueden hacer en Chile, en Argentina y en todas partes, es totalmente antinorteamericano. Ellos saben que si crean problemas en América Latina afectarán las relaciones con Estados Unidos. Si pudieran crear otra Cuba en algún país centroamericano, estarían felices”.

¿Qué respondió nixon?

Le dijo que quedaba muy impresionado con su análisis de los problemas latinoamericanos y que estaba en la posición ideal para ser líder del continente. Después de despedirlo, se comunicó con Richard M. Helms, director de la CIA, y le comentó que Echeverría le había parecido un tipo fuerte que sabía hacer su juego.

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