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Considera la ‘vocación’ de los instrumentos financieros

La ‘vocación’ de los seguros, por definición, es de cobertura; y aunque plantean una recuperación, el rendimiento es reducido.

Hace unos días un amable lector me preguntó sobre la conveniencia de comprar un seguro para la educación futura de sus hijos o si era preferible depositar en un fondo de inversión para ello. El cuestionamiento es muy válido, porque de manera permanente tenemos la posibilidad de enfrentar un determinado objetivo desde diferentes ángulos y por eso es importante entender que cada instrumento tiene un perfil.

En el caso mencionado, la ‘vocación’ de los seguros, por definición, es de cobertura; y aunque plantean una recuperación, el rendimiento es reducido si lo comparas con otras opciones. Es útil bajo una óptica de garantizar la educación si alguno de los cónyuges muere, además de que el componente de ahorro ‘forzoso’ permite ayudar cuando los hijos llegan a la universidad.

En cambio, en un fondo de inversión se tiene más riesgo sin una cobertura por fallecimiento; sin embargo, se esperarían ganancias mayores, de tal forma que al pasar el tiempo los recursos acumulados bien pueden servir para liquidar las colegiaturas.

Incluso dentro del concepto de fondos de inversión, nos vamos a encontrar una gama amplísima; desde los extremadamente riesgosos y volátiles, hasta los estables y seguros. Es decir, es diferente el destinar el recurso a uno que contenga acciones (fondo de renta variable) a uno con instrumentos de deuda de gobierno (fondos de renta fija)

Esta misma lógica la podemos llevar a títulos específicos en el mercado global o activos como divisas, oro o criptomonedas. El punto central es que al perseguir un alto rendimiento debemos de aceptar un mayor riesgo de perder una parte o todo el capital, dependiendo del mecanismo usado para invertir.

La moraleja va en dos vertientes. En principio, cuidar de no confundir la orientación y utilizar herramientas de alto riesgo con fines patrimoniales o querer ganar mucho con alternativas demasiado tradicionales que ofrecen recuperar el proceso inflacionario y a veces ni eso, como es el caso de los depósitos bancarios.

El otro aprendizaje, es lo valioso de construir un portafolio en donde se tenga una mezcla adecuada, con una gama que permita la cobertura, riesgo moderado y, por qué no, una parte especulativa; siempre y cuando se esté consciente de ello.

Por eso, antes de decidir valora la ‘vocación’ del instrumento financiero para determinar si es el correcto a tus necesidades e intereses.

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Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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