Mis Finanzas

Tarjetas de crédito: nuevo paradigma

Las tarjetas pueden ayudar a organizar gastos a través de sus aplicaciones y obtener ventajas como los puntos canjeables.

Asociamos las tarjetas, por obvias razones, con el crédito al consumo; pero es necesario modificar el paradigma sobre ellas y utilizarlas sólo como un instrumento para manejar las finanzas personales.

Podríamos llamarlas: ‘tarjetas de transacción’. Este sencillo cambio de perspectiva genera una mejor administración del dinero y una forma diferente de evaluarlas a la hora de decidir con qué banco trabajar.

Por supuesto, las instituciones buscan colocar crédito y lo seguirán promoviendo; sin embargo, está en nosotros darle un uso especial. La valoración sería sobre el costo anual y el servicio que nos proporcionan.

El elemento fundamental de esta transformación de paradigma es que con la tarjeta evitas el efectivo y se simplifican tus transacciones. Incluso, ahora que se elevó la oferta de productos en línea se hace imprescindible.

Al contar con una firma electrónica es muy difícil que te vayan a realizar cargos extras. Aunado a esto, conocerás todos tus movimientos a través de tu aplicación y te ayudará a llevar un buen registro de gastos para elaborar tu presupuesto.

Para eliminar la posibilidad del crédito, habrás de pagar el saldo al corte. En este sentido, si posees varias tarjetas, tienes la alternativa de ‘jugar’ con ese límite para que tengas holgura en liquidarlas en diferentes fechas.

Las tarjetas de débito funcionan también de esa manera, pero no obtienes el financiamiento gratuito y corres más riesgo al girar contra el monto de tu ahorro.

Si la estas usando únicamente para compras, sin endeudarte, la tasa que te cobren pasa a un segundo plano y lo trascendente son dos cosas: el pago de la anualidad y los beneficios que te ofrecen en términos de dinero en efectivo, puntos canjeables o productos y servicios específicos. Aquí deberás considerar cuáles son tus patrones de gasto para elegir la mejor para ti, dependiendo de si viajas con regularidad o adquieres tus víveres siempre en un lugar o frecuentas sitios en donde te convienen las bonificaciones.

Otra ventaja es que puedes depositar la mayor parte de tu fondo de contingencia en alguna opción con un horizonte de plazo a un mes, pues con la tarjeta podrías enfrentar a las urgencias, como ingresar a un hospital, reparar un electrodoméstico, arreglar la llanta, etcétera.

Continuaras necesitando un poco de efectivo, pero en mucha menos medida.

Al hacer tus transacciones con tarjeta es importante contar con un saldo disponible alto o manejar varios plásticos, sólo verifica que el beneficio justifique las anualidades.

Recuerda, requieres un control de tus finanzas personales, porque puede conducirte a elevar el gasto y eventualmente a que tomes el crédito, lo cual no es recomendable por el alto costo que implica.

¿Te parece bien este nuevo paradigma en tus tarjetas? Coméntame en Instagram: @atovar.castro Twitter: @albertotovarc

Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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