Rosa Nelly Trevinyo

Rosa Nelly Trevinyo: El Mejor (o Peor) Socio… Mi Herman@

Puede ser una experiencia de vida o un filme de terror.

Trabajar con y para nuestros hermanos puede ser una experiencia de vida o un filme de terror. Tan es así, que mientras algunos grupos de herman@s coinciden en que la transparencia, prudencia, inclusión, negociación y justicia han sido elementos fundamentales para construir una buena relación familiar-empresarial; otros enfatizan que es desgastante trabajar en el negocio, que el abuso de poder de quien dirige es ultrajante y que mejor harían en dividirse o vender la empresa familiar.

Cualquiera que sea tu caso, te invito a reflexionar a fondo sobre la situación que vives y a visualizar cómo podrías llevarte mejor con tus herman@s y soci@s. He aquí cuatro recomendaciones:

1. Comunicación Directa, Asertiva y Empática.

Cuando nuestros padres se retiran del negocio familiar, las reglas del juego cambian. Y es que, como líderes legítimos e indiscutibles, ellos no sólo tomaban la última decisión en la empresa, sino que también actuaban como “mediadores” entre sus hijos. Es justamente por eso que una de las habilidades esenciales que los herman@s-soci@s deben aprender, para poder trabajar juntos y ser exitosos, es la de comunicarse asertiva, empática y directamente. Aunque nadie los preparó para que supieran hacerlo (porque la jerarquía familiar se imponía les gustara o no), una forma de comenzar es practicando la escucha activa y sin interrupciones.

2. Compartir el Poder. Asumir un Liderazgo Compartido.

En la segunda generación, el liderazgo compartido (varios hermanos que comparten responsabilidades y definen el futuro del negocio) tiende a ser más usual que la unidad de mando. Y es que, para avanzar, lograr el consenso de los herman@s-soci@s en la toma de decisiones estratégicas es primordial. Compartir el poder no es una opción, es una necesidad. Pese a ello, para que el co-liderazgo funcione se requiere claridad en las responsabilidades de cada director, confianza entre herman@s, voluntad para trabajar en equipo (inclusión vs. individualismo), objetivos y valores compartidos, manejo efectivo del ego y órganos de gobierno profesionalizados e institucionales. Al final, no se trata de imponer, sino de generar sinergia.

3. Separar Roles. Evaluarnos y Re-Elegirnos (o No) como Soci@s.

La familia no se elige; los socios, sí. Separar los roles de hermano y socio implica humildad y madurez emocional. Reconocer que mi herman@ es ahora un socio en pleno derecho, que negocia, exige y pide resultados es complejo. Como herman@s nos queremos y/o nos tolerarnos. Como soci@s decidimos conscientemente y en base a resultados e intereses participar (o no) en el negocio; optamos por seguir (o no) trabajando juntos. Por ello, encontrar las maneras de poder “quedarme” o “irme” cuando así me convenga, debería ser prioritario. Lo ideal sería poder decidir, cada cierto tiempo, si nos re-elegirnos (o no) como socios, y en este tenor, encontrar la forma de convivir, colaborar y co-opetir juntos, o de separarnos en buenos términos: sin mermar el patrimonio y la relación familiar.

4. Transparencia Inteligente.

Puesto que la empresa es total y completamente de ellos, los fundadores no suelen compartir información. Sin embargo, cuando la propiedad está repartida (varios dueños: herman@s-soci@s), la transparencia inteligente se vuele un requisito fundamental para generar confianza, armonía y compromiso. La transparencia inteligente, definida como contar bien y oportunamente a las personas indicadas la verdad de lo que les es justo conocer, nos ayudará a que todos tengamos los mismos datos. Ser transparentes en relación a las compensaciones, la toma de decisiones, los incentivos y beneficios que se otorgan a directivos y personal clave evitará suspicacias y conflictos de interés. Asegurémonos de contar con los foros adecuados para informar y dirimir controversias.

Que quede claro: A trabajar en familia, se aprende… Toma tiempo, trabajo y mucha voluntad, pero si (y cuando) se logra, es satisfactorio y muy redituable.

¿Y tú, ya empezaste?

SOBRE LA AUTORA:

Socia de Trevinyo-Rodríguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Médico, Petrolero y de Retail.

Dra. Rosa Nelly  Trevinyo

Dra. Rosa Nelly Trevinyo-Rodríguez

Socia de Trevinyo-Rodríguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Médico, Turismo, Agroalimentario y de Retail.

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