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Crimen pasional: ¿Qué es y por qué se considera revictimizante?

El término ‘crimen pasional’ desencadenó la indignación en redes, tras relacionarlo con la versión oficial de la Fiscalía de Aguascalientes sobre la muerte del magistrade Ociel Baena.

Al grito de “¡crimen pasional es mentira nacional!”, miles de personas pertenecientes al colectivo LGBT+ exigieron justicia y una investigación con perspectiva de género a las autoridades de Aguascalientes, tras el hallazgo sin vida del magistrade Ociel Baena y su pareja, Dorian Daniel Herrera, con quien mantenía una relación de varios años.

Durante las protestas que se registraron en el país, los manifestantes pidieron a la Fiscalía de Aguascalientes esclarecer los hechos en torno al que, aseguran, pudo ser un crimen de odio en contra del popular abogade, quien fue la primera persona no binaria en México y América Latina en llegar a una magistratura electoral.

En conferencia de prensa, el secretario de Seguridad Pública Estatal de Aguascalientes, Manuel Alonso García, y el fiscal general del Estado, Jesús Figueroa Ortega, señalaron que no se encontraron indicios de que una tercera persona hubiera ingresado a la vivienda de Baena.

En un principio, explicaron que se hallaron navajas de afeitar que podrían haber servido al magistrade y a su pareja para herirse mutuamente hasta la muerte. Aunque poco después, la teoría de las autoridades cambió y la Fiscalía dio a conocer, en su primera versión de los hechos, que Baena fue asesinade por su pareja sentimental y éste, a su vez, se quitó la vida.

Ambos relatos han desatado la indignación de la opinión pública ante el planteamiento de un ‘crimen pasional’ como móvil del delito, en especial porque Baena ya había denunciado amenazas de muerte en su contra. Pero, ¿qué se entiende por este término en la justicia mexicana y por qué ha causado tanta controversia en este caso?

¿Qué es un crimen pasional?

De acuerdo con el artículo académico, Entre la emoción y el honor: Crimen pasional, género y justicia en la Ciudad de México, 1929-1971 de Saydi Núñez Setina, un crimen pasional se entiende como aquel “acto de violencia extrema entre dos personas con vínculos amorosos”.


El concepto habría surgido en Francia a mediados del siglo XIX y más que un término legal era una expresión popular (crime passionnel) que implicaba “un acto de violencia extrema entre dos personas vinculadas en una relación íntima y causado por una repentina alteración de la conciencia provocada por sentimientos como los celos, la ira o el desengaño”.

En el caso de México, esta noción comenzó a tomar fuerza en las teorías de clasificación de criminales, mientras que en la legislación penal “fue tipificado como homicidio por pasión u homicidio en estado de emoción violenta” hasta la década de los 70, el cual se sancionaba a partir de las características de un homicidio simple.

Sin embargo, años después, el uso de ‘crimen pasional’ comenzó a ser cuestionado por activistas, defensores de víctimas y organizaciones de derechos humanos, quienes hicieron ver que esta herramienta jurídica servía más como pretexto para invisibilizar los crímenes de odio contra mujeres y personas de la comunidad LGBT+.

¿Por qué el término ‘crimen pasional’ es revictimizante?

Aunque, actualmente, el crimen pasional ya no existe como tal en el marco jurídico mexicano, tanto el sistema judicial como medios de comunicación continúan haciendo uso del concepto para justificar actos como los feminicidios, transfeminicidios o crímenes violentos contra miembros de la comunidad diversa.

El problema, señala el director de Letras ‘S’, Alejandro Brito Lemus, es que la figura de crimen pasional resulta revictimizante, pues considera que quien perdió la vida “tuvo parte de la culpa” para que su pareja reaccionará violentamente y lo asesinara.

En el caso específico de le magistrade Ociel Baena, el reclamo ha ido en el sentido de que los crímenes de odio suelen ser disfrazados de crimen pasional por autoridades y Ministerios Públicos, minimizando las violencias ejercidas basadas en el género, orientación sexual e identidad.

“En el caso de los feminicidios, esa figura ya ha sido superada gracias al movimiento de mujeres (...) Solamente aquí cuando se trata todavía de personas LGBTI+ se sigue usando este término prejuicioso”, apuntó Brito en entrevista con Canal 14.

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