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ONU reubica a 10 mil refugiados en México y prevé que sean 20 mil cada año

La mayoría escapaba de la violencia de las pandillas, la extorsión y la persecución en lugares de Centroamérica.

Más de 10 mil personas que han solicitado asilo en México fueron reubicadas en distintas ciudades del país, como resultado del esfuerzo del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) con el propósito de que reinicien sus vidas después de que la mayoría escaparon de la violencia, la persecución y la pobreza en sus naciones.

El programa comenzó en 2016 y ha logrado reasentar en ocho ciudades del centro y norte del país a este número de refugiados que llegaron desde la parte sur; sin embargo, ACNUR incrementó en 2021 su objetivo de integración y busca poder reubicar anualmente a 20 mil personas.

“La decisión de aumentar los objetivos de reubicación también se produce en el contexto de un número cada vez mayor de personas que encuentran protección en México. Durante el transcurso de 2020, hubo un aumento del 49 por ciento en el número de decisiones individuales sustantivas sobre la condición de refugiado tomadas por las autoridades de asilo del país, en comparación con 2019”, puntualizó el Alto Comisionado.

Según la más reciente información disponible, en total 53 mil 938 personas se reconocieron como refugiados o recibieron otro tipo de protección en México desde 2013, y la mayoría escapaba de la violencia de las pandillas, la extorsión y la persecución en lugares de Centroamérica.

El programa de asilo en México contempla que después de dos años de residencia permanente los beneficiados pueden solicitar la naturalización, además de que unas 170 empresas nacionales y multinacionales les brindan empleo.

La cifra de 10 mil personas que fueron apoyadas se alcanzó en mayo de 2021, en tanto que más del 70 por ciento de todas las solicitudes de asilo se presentaron en la frontera sur, informó ACNUR.

La gente ha sido canalizada a comunidades del centro y norte de México debido a que “ahí la oferta laboral y de vivienda, así como los sistemas de educación y salud, permiten la integración de las personas refugiadas, como resultado de la transición demográfica y del crecimiento económico”.

ACNUR señaló  que apoya a las personas que participan en el programa con alojamiento temporal, orientación cultural, formación profesional, matriculación escolar y colocación laboral.

“Un estudio reciente de la ONU mostró la efectividad del programa: mientras estaban en el sur de México, solo el 10 por ciento de las personas refugiadas tenía empleo y el 17 por ciento contaba con trabajos informales esporádicos. Después de su reubicación, el 92 por ciento tenía un empleo formal, con ingresos que eran, en promedio, un 60 por ciento más altos que en el sur”, agregó.

“Las comunidades locales también se benefician del aumento de los ingresos fiscales y las contribuciones a la seguridad social. De manera indicativa, en los próximos 12 meses, se proyecta que las 10 mil personas refugiadas reubicadas hasta ahora generarán impuestos que exceden el presupuesto de 2021 de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR)”, agregó.

Estimó que conforme la pandemia de COVID-19 continúa afectando los medios de vida y las economías de todo el mundo se espera que este modelo se replique en otros países para apoyar la autosuficiencia de las personas refugiadas y beneficiar a sus comunidades de acogida.

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