LA HABANA.- Antes de aterrizar en Cuba, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le prometió a Pánfilo, el humorista más popular de la isla, que se verían en La Habana.
Y este miércoles, la embajada de Estados Unidos en Cuba publicó un video donde se ve al mandatario cumpliendo su palabra.
En el sketch de casi seis minutos, Pánfilo, como es conocido artísticamente Luis Silva, un profesor de matemática devenido en cómico, juega dominó en una sala con sus amigos, Facundo y Chequera, quienes se lamentan por la falta de una persona más para poder jugar en parejas.
De pronto, Obama toca la puerta.
"Pánfilo, mira ese hombre que está allá atrás, cómo se parece a Obama", le dice Chequera, uno de los amigos.
"No se parece a Obama, ¡es Obama!", exclama el humorista, sorprendido.
"El verdadero Pánfilo. Mucho gusto. (...) Te dije que nos veríamos en La Habana", le dice Obama estrechándole la mano.
Aquí el video:
En un país donde el gobierno comunista ejerce un férreo control sobre los medios de comunicación, Pánfilo aprovecha el humor para ventilar las ineficiencias y dificultades de la vida cotidiana en Cuba.
Mientras que el video anterior fue grabado separadamente, con Obama en la Casa Blanca y Pánfilo en La Habana, esta vez el mandatario aprovechó el segundo día de su estancia en Cuba para grabar junto al reconocido humorista.
El trío de humoristas le compone una canción a Obama y el primer presidente de Estados Unidos que visitó la isla de gobierno comunista en 88 años, comenta que su viaje fue "excelente" y que disfrutó mucho de la comida y la música, antes de sentarse a recibir unas breves lecciones de dominó.
Durante su estadía de 48 horas en La Habana, Obama se reunió con su homólogo Raúl Castro y pidió más libertades civiles y económicas. También y se dio tiempo para cenar a un paladar (restaurante privado), pasear por La Habana Vieja, rendir honores al héroe y poeta cubano José Martí y acudir a un juego de béisbol.
Al final del sketch, cuando Obama sale de escena, Pánfilo recuerda que se le olvidó mostrarle la libreta de abastecimiento, una tarjeta de la que muchos cubanos dependen para recibir una ración mensual de alimentos que complementa el salario estatal promedio de 25 dólares por mes.