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La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, reprochó que el acuerdo sobre el techo de deuda entre demócratas y republicanos se lograra “in extremis”, días antes de la fecha en la que se esperaba que se agotaran las reservas.
“Aunque conseguimos evitar el impago, Estados Unidos se acercó una vez más peligrosamente al límite. Esto no puede normalizarse como la manera en la que negociamos en Washington”, dijo en su comparecencia anual ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.
Según Yellen, esperar hasta el último minuto perjudica el liderazgo global del país y su credibilidad internacional.
“Somos una nación que cumple su palabra y paga sus facturas. Nunca deberíamos darle a nadie ninguna razón para pensar lo contrario”, sostuvo la secretaria del Tesoro, celebrando a su vez que bajo el mando del presidente Joe Biden el Congreso actuara para abordar la situación a tiempo.
El acuerdo para elevar el techo de deuda a cambio de algunos topes al gasto público se logró a finales de mayo en una negociación contra reloj entre la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara Baja, liderados por Kevin McCarthy.
Biden lo rubricó el 2 de junio, tres días antes de lo considerado por el Tesoro para que se agotaran las reservas para seguir pagando las cuentas.
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A diferencia de la mayoría de países, Estados Unidos solo puede pedir prestado hasta el límite que marca el Congreso, lo que requiere un acuerdo legislativo cada vez que el país necesita elevarlo para hacer frente a sus deudas.
Biden firma acuerdo que evitará catástrofe en economía de EU
El presidente Joe Biden firmó la legislación que evita el incumplimiento de la deuda de Estados Unidos, eludiendo un golpe catastrófico a la economía con una victoria bipartidista que desafió las expectativas de Washington.
La medida negociada con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, limita el gasto federal durante dos años y suspende el techo de la deuda hasta las elecciones de 2024.
Fue aprobado por la Cámara y el Senado por amplios márgenes, consolidando la reputación de Biden como un negociador pragmático mientras se prepara para intensificar su carrera por la reelección.