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El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ya no sabe por dónde le llegan los golpes. Este fin de semana, el político fue blanco de críticas, tras asistir a un funeral de Estado sin mascarilla y en plena crisis por COVID-19.
Las imágenes, donde se le ve a Jong-un, fueron difundidas este lunes por medios norcoreanos. En ellas se observa al líder cargar el féretro del mariscal Hyon Chol-hae, asesor general del Ministerio de Defensa.
La ceremonia fúnebre se realizó al tiempo en que Corea del Norte contabilizó unos 167 mil casos de personas reportadas con fiebre, que podría estar vinculada a la COVID-19.
El país asiático, de 25 millones de habitantes, suma ya 2.81 millones de casos del virus, de los cuales 479 mil se encuentran en tratamiento y 68 fallecidos.
En norcorea las personas con síntomas de coronavirus han sido registradas como pacientes con fiebre, lo que podría leerse como la falta de medios del país para detectar la infección a gran escala.
Los analistas piensan que Kim podría haber decidido celebrar el funeral de Hyon pese a la situación epidémica por su cercanía. Se presume que el difunto militar entrenó al actual líder norcoreano.