Monterrey

Jesús Garza: Una pausa y retornamos

La economía está en una clara desaceleración evidenciada por el dato del PIB del primer trimestre de 2023 que se expandió a un nivel menor al esperado.

Esta semana la Reserva Federal de los Estados Unidos decidió elevar la tasa de interés objetivo en 25 puntos base llevando la tasa a un rango de 5 a 5.25 por ciento anual, su nivel más elevado desde 2007. Esta subida de tasas era esperada por el mercado, sin embargo, el comunicado donde se anunció la decisión y la conferencia de prensa de Jerome Powell apuntan que la Fed podría estar pausando el alza de tasas en el futuro.

Los últimos datos macoeconómicos sustentan este argumento. La economía está en una clara desaceleración evidenciada por el dato del PIB del primer trimestre de 2023 que se expandió a un nivel menor al esperado. Aunado a ello, el último dato de empleo de abril muestra que se crearon más empleos a lo previsto. Es decir, el mercado laboral permanece resiliente aún con un menor ritmo de crecimiento económico. Por último, la tendencia de la inflación persiste a la baja y los últimos datos de los precios al productor sugieren que dicha tendencia persistirá hacia futuro.

Así, parece que el aumento en la tasa de interés de mercado en mayo fue el último en el futuro próximo y algunos analistas incluso sugieren que el próximo ajuste podría ser a la baja. No debemos cantar victoria ya que todavía falta mucho que recorrer en un entorno donde la inflación persiste en niveles muy por encima de la meta objetivo de la Reserva Federa, es decir, 2 por ciento.

Para los mercados financieros, esta pausa significa un alivio esperado después de un 2022 que observó pérdidas importantes para este sector, por la contracción importante de liquidez. Lo mismo se puede decir de los mercados las criptomonedas que están muy correlacionados con el sector bursátil. Para el dólar, significa que los inversionistas buscarán alternativas de inversión en mercados con tasas de rendimiento mayores y con tasas de interés reales positivas. Es decir, el apetito por riego se elevará lo que ayudará a la apreciación del peso entre muchas otras monedas.

Si bien esta pausa es bienvenida para el sector financiero no debemos descuidar el sector real. Es muy evidente que comenzará a desacelerarse aún más lo que ocasionará una caída en el consumo e inversión importantes. Se debe percibir una menor creación de empleos y no se descarta una recesión económica en EUA (dos trimestres consecutivos de decrecimiento económico).

El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.

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