Monterrey

Baja Moody’s a calificaciones de Nuevo León

La calificadora disminuye la calificación de emisor del estado a Ba3/A3.mx desde Ba2/A2.mx.

Como consecuencia de un aumento de los déficits operativos y financieros recurrentes de Nuevo León que ha llevado a un deterioro de su liquidez, además de la expectativa de Moody’s de que estos indicadores crediticios clave no se recuperarán a niveles previos a la pandemia en los próximos 12 a 18 meses, ésta bajó las calificaciones de emisor del estado a Ba3/A3.mx desde Ba2/A2.mx.

Agregó que también bajó su evaluación del riesgo crediticio base (BCA, por sus siglas en inglés) a ba3 desde ba2, mientras que la perspectiva se cambió a estable desde negativa.

Asimismo, Moody’s bajó a Baa2/Aa2.mx desde Baa1/Aaa.mx las calificaciones de deuda de ocho créditos respaldados del Estado de Nuevo León por un monto conjunto inicial de 12 mil 293 millones de pesos.

De los créditos, uno es por mil 500 millones de pesos con Banamex y vencimiento a 20 años, otro es con BBVA por mil 414 millones de pesos y vencimiento a 15 años.

Tres de los créditos son con Banco Bajío por un monto inicial conjunto de mil 900 millones de pesos, uno de los cuales es a 25 años y los otros dos a 20 años.

Por último, hay tres créditos con Banobras, uno por un monto inicial de cinco mil 6 millones de pesos y plazo de 20 años, otro por mil 400 millones de pesos y a 20 años y el tercero de mil 73 millones y un plazo de 20 años.

Además, Moody’s bajó a Baa2/Aa2.mx desde Baa1/Aa1.mx las calificaciones de deuda del crédito respaldado ocho mil 852 millones de pesos de Banorte con vencimiento a 20 años.

Además, la empresa afirmó en Baa2/Aa2.mx las calificaciones de deuda de dos los créditos respaldados, uno por dos mil millones de pesos 2,000 millones de Banobras con vencimiento a 20 años y otro por mil 500 millones de pesos con el mismo banco y vencimiento a 20 años.

Moody’s espera que, como resultado de las continuas dificultades fiscales que enfrenta Nuevo León ante la actual pandemia, los balances operativos brutos negativos y los requerimientos financieros sigan manteniendo el nivel actual de liquidez durante los próximos uno a dos años.

En 2020, como consecuencia de la pandemia, los ingresos operativos de Nuevo León disminuyeron un 0.8 por ciento y sus ingresos totales se estancaron.

Asimismo, los gastos operativos aumentaron un 7.4 por ciento, impulsados principalmente por mayores gastos sanitarios relacionados con subsidios, materiales y servicios de personal.

Si bien el estado ejerció control sobre sus gastos de capital y reasignó otros gastos operativos, registró un alto déficit financiero. Este déficit fue cubierto parcialmente con nueva deuda de largo plazo, lo que dio lugar a una disminución del efectivo y a un aumento del pasivo circulante.

El debilitamiento de la liquidez de Nuevo León limitará su capacidad para manejar eventos inesperados durante un período de recuperación todavía difícil.

Moody´s explicó que el cambio de perspectiva a estable refleja su expectativa de que el perfil crediticio de Nuevo León seguirá beneficiándose de la economía regional relativamente próspera del estado y de su elevado nivel de ingresos propios.

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