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Se prevé que las acciones de Tesla acaben con casi una quinta parte de su valor en menos de dos semanas, en medio de crecientes preocupaciones de que la demanda de coches eléctricos esté empezando a debilitarse.
La liquidación comenzó a principios de este mes cuando el gigante de los vehículos eléctricos redujo las expectativas de crecimiento durante su llamada de resultados del tercer trimestre.
A esto le siguieron comentarios sombríos de varios fabricantes de automóviles globales, así como de analistas de Wall Street.
Esta semana, el fabricante de baterías Panasonic Holdings y el fabricante de chips ON Semiconductor también hicieron sonar las alarmas para la industria de los vehículos eléctricos.
Se encienden alertas en sector automotriz
Las advertencias han pesado sobre las acciones de todo el sector automotriz estadounidense, que también ha estado librando extensas negociaciones con sus sindicatos sobre los salarios.
Aun así, la caída de Tesla se destaca: las acciones se han hundido alrededor de 20 por ciento desde el informe del 18 de octubre, en comparación con una caída de 3.6 por ciento en el índice S&P 500 y una caída de más de 4 por ciento en el Nasdaq 100.
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El precio de las acciones del fabricante ha borrado alrededor de 145 mil millones de dólares de la capitalización de mercado de la compañía.
“En el meollo del problema se encuentra un sector intensivo en capital que invierte en estrategias de vehículos eléctricos no probadas en medio de un mundo de costos crecientes, precios más bajos, tasas crecientes y una demanda más lenta”, escribió el martes Adam Jonas, analista de Morgan Stanley, en una nota sobre la debilidad general de la industria.
“Lo que los inversores parecen estar despertando hoy es la idea de que las decenas de miles de millones de dólares invertidos en vehículos eléctricos pueden destruir el valor en lugar de aumentarlo”, agregó.
Las perspectivas para los automóviles en general se han ido oscureciendo a medida que las altas tasas de interés han disparado el costo de poseer un automóvil.
Sumado al aumento de la inflación, la capacidad de los consumidores para realizar grandes compras se ha visto reducida.
Los vehículos eléctricos, una tecnología todavía relativamente nueva con un ecosistema de carga poco desarrollado, son los primeros en verse afectados.
Como fabricante exclusivo de vehículos eléctricos con una valoración deslumbrante, hay mucho en juego para Tesla.
Si bien una parte del costoso precio de sus acciones refleja su potencial para desarrollar vehículos autónomos, una gran parte depende de la capacidad de la empresa para mantener su actual posición dominante en la industria de los vehículos eléctricos y sus márgenes de beneficio.
A medida que la demanda de vehículos eléctricos disminuye y los agresivos recortes de precios de Tesla parecen estar perdiendo su capacidad de impulsar mucho más la demanda, los inversores están empezando a ponerse nerviosos, lo que se refleja en la fuerte caída del precio de las acciones.