Economía

Programas sociales no son ‘de piedad’: Dejan sin clientes a casas de empeño

‘La demanda por empeño ya no será tan vigorosa como antes’, puntualizó Pablo Cotler Ávalos, académico y economista a cargo del Nuevo Estudio de la Industria Prendaria.

Hay una caída continua en el consumo de servicios prendarios originado principalmente por el reparto de los programas sociales del Gobierno de México, de acuerdo con expertos de la industria en el marco del Congreso Internacional de la Industria Prendaria.

“El Estado les está resolviendo. En México, 40 por ciento de las familias están recibiendo transferencias de programas sociales y esto se traduce en una menor demanda por financiamiento, y por consecuencia, la demanda por empeño ya no será tan vigorosa como antes”, puntualizó Pablo Cotler Ávalos, académico y economista a cargo del Nuevo Estudio de la Industria Prendaria.

El especialista agregó que el aumento en las remesas; la subida del salario mínimo en términos reales, y el auge de los préstamos personales y créditos son otros factores determinantes que han puesto ‘en jaque’ a las casas de empeño.

¿Cuántos morosos hay en las casas de empeño en México?

En términos generales, la tasa de morosidad del empeño se encuentra en 11 por ciento, aunque la industria cuenta con la posibilidad de la comercialización, con lo que puede mitigar los efectos de los impagos.

Asimismo, se apuntó que la industria prendaria tiene una rentabilidad económica de 34 por ciento, y en ese sentido, Cotler resaltó que “el problema no es la tasa de ganancia, sino el volumen de operaciones”.

Compartió que en México hay alrededor de 10 mil casas de empeño, de las cuales más de 90 por ciento se encuentra en términos formales, lo que brinda certeza para los consumidores, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y la Procuraduría Federal del Consumidor.


Sin embargo, pese a que “hoy en día hay más casas de empeño, e incluso más competencia, hay menos oportunidades de mercado”, indicó el especialista.

Dicha circunstancia se la atribuyó a que el sector prendario ofrece un monoproducto, por lo que el gremio deberá trabajar en nuevas propuestas financieras para atraer a más consumidores que pertenecen a generaciones jóvenes, así como preparar su migración digital.

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