El dinero no compra títulos: ¿Se puede construir un equipo ganador a bajo precio en la MLB?

La temporada regular de las Grandes Ligas de Beisbol (MLB) de 2023 marca el vigésimo aniversario de la publicación de Moneyball, el libro histórico de Michael Lewis sobre cómo los Atléticos de Oakland utilizaron el análisis estadístico para construir un equipo ganador a bajo precio.

El hito llega en un momento amargo para los fanáticos de Oakland, ya que el propietario John Fisher parece decidido a trasladar al equipo a Las Vegas.

Los Atléticos todavía gastan menos que sus rivales, con la nómina más baja del Día Inaugural de la liga esta temporada, poco menos de 57 millones de dólares, pero los resultados ya no sorprenden: Oakland terminó la temporada este fin de semana con el peor récord del beisbol, con 50 victorias y 112 perdidas.

El paso de los Orioles de Baltimore

Existe una franquicia de libro de cuentos para mercados pequeños que supera ampliamente las expectativas. Da la casualidad de que se encuentra en otra bahía, a unas 2500 millas al este de Oakland.

Los Orioles de Baltimore, que gastaron menos en 2023 que todos los equipos, excepto los Atléticos, terminaron en la cima de la Liga Americana Este con 101 victorias.

Lo hicieron con talento joven, incluidos destacados como el campocorto Gunnar Henderson, el receptor Adley Rutschman y el lanzador abridor Kyle Bradish, que ganan cerca del mínimo de la liga de 720 mil dólares. Desde 1990, ningún equipo ha gastado menos como porcentaje de la nómina total de la liga y ha tenido un mejor récord.

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Pisándoles los talones en la división estaban los Tampa Bay Rays, el tercer equipo con menores gastos en el beisbol, quienes han demostrado que pueden competir año tras año con un pobre presupuesto.

Ambos equipos aseguraron un lugar en los playoffs, que comenzaron el martes (los Rays perdieron 4-0 ante los Texas Rangers en el Juego 1 de la Serie de Comodines de la Liga Americana).

¿Cuáles son los equipos con mayor presupuesto?

Mientras tanto, los tres que más gastaron en el juego se quedaron cortos, y los Mets de Nueva York, los Yankees de Nueva York y los Padres de San Diego no lograron llegar a la postemporada. Los Mets, en particular, son un fracaso histórico.

Con una nómina más alta de todos los tiempos en el Día Inaugural de más de 330 millones de dólares (sin incluir alrededor de 100 millones en multas por impuestos al lujo), el equipo del multimillonario propietario Steve Cohen terminó 74-87.

Desde 1990, ningún otro equipo ha gastado más como porcentaje de la nómina total de la liga y terminó con un récord perdedor. Los Mets ahora están haciendo recortes para el próximo año, incorporando al ex ejecutivo de los Cerveceros de Milwaukee, David Stearns, para que sea el presidente de operaciones de beisbol del club.

La premisa de Moneyball de hacer más con menos ha funcionado bien esta temporada. Sin duda, todavía hay grandes gastadores que encuentran el éxito: de los 10 equipos con las nóminas más altas del Día Inaugural, 6 llegaron a los playoffs. Pero la correlación entre el gasto en nómina y los triunfos es la más débil en más de tres décadas.

Según los economistas deportivos, esta temporada es probablemente una aberración. Los Orioles y los Mets son ejemplos extremos (en extremos opuestos del espectro) de la incertidumbre fundamental en el juego.

“Tener un presupuesto mayor proporciona una ventaja competitiva, pero el éxito en el beisbol no es producto del determinismo fiscal”, dijo JC Bradbury de la Universidad Estatal de Kennesaw.

La relación entre la nómina y las victorias, según David Berri de la Southern Utah University, que ha analizado los números para su libro de texto de Economía del Deporte, ha sido bastante constante durante las últimas cuatro décadas, y la nómina explica el 16% de la variación en las victorias. Eso deja mucho espacio para otros factores, desde la perspicacia gerencial hasta la mala suerte.

Los cambios de reglas de este año, según Vince Gennaro del Instituto Preston Robert Tisch para el Deporte Global de la Universidad de Nueva York, también podrían haber jugado un pequeño papel. Los relojes de lanzamiento, las bases más grandes y los límites sobre la frecuencia con la que un lanzador puede salir del montículo inclinan la ventaja hacia los corredores de bases, dando una ventaja adicional a los equipos con jugadores jóvenes veloces.

“Algunos equipos fueron golpeados por las nuevas reglas y no han ajustado la forma en que construyeron su organización”, dijo Gennaro. Si bien las nuevas reglas pueden haber tenido un impacto en los márgenes, la explicación más simple es que los Orioles ganaron el premio mayor y los Mets, que pueden darse el lujo de cometer errores bajo la propiedad de Cohen, fallaron gravemente en la agencia libre.

Así es el mercado de beisbolistas

El mercado laboral en el beisbol se divide en dos categorías básicas: jugadores en sus primeros seis años cuyos salarios están controlados por una escala salarial; y jugadores con al menos seis años de experiencia que son libres de vender sus servicios al mejor postor.

Los equipos de mercados pequeños tienden a comprar principalmente en el primero, mientras que los equipos de mercados grandes dependen más del segundo. Ambos vienen con incertidumbre.

Con los prospectos, es difícil saber cómo se desempeñarán al más alto nivel. Con los agentes libres, es difícil saber cómo declinarán. “Si tienes dinero, probablemente sea mejor apostar por gente que ya lo haya hecho en algún momento”, dijo Berri, “pero no tienes por qué hacerlo de esa manera. Podrías simplemente apostar por las perspectivas”.

Tanto para los Orioles como para los Mets, también ha habido un elemento de suerte. Los estadísticos del beisbol analizan cuántos juegos se esperaría que ganara un equipo, en función del total de carreras anotadas y permitidas durante una temporada, y cuántas ganaron realmente.

Según Baseball Reference, los Orioles terminaron con siete victorias más de lo esperado. Los Mets tuvieron mala suerte, con cinco menos.