Ellas sí facturan: Clover Clothing, donde luchar contra el fast fashion es tendencia

Antes de siquiera pensar en Clover Clothing, Fernanda Jiménez y Adriana Badillo vendían ropa de su propio guardarropa a bajo costo en tianguis y mercados, ya que la gente no estaba acostumbrada a ver con buenos ojos prendas de segunda mano, pero todo cambió durante la pandemia por COVID-19.

La pasión de estas dos chicas, amantes de la moda, las llevó a buscar alternativas para circular las prendas que ya no necesitaban, querían o simplemente pasaban de moda, por lo que en agosto de 2020, en plena crisis mundial, estas jóvenes visualizaron la oportunidad de abrirse camino en lo que es su primer emprendimiento.

Motivadas también por el cuidado del planeta y para contrarrestar el fast fashion, Fernanda y Adriana aprendieron rápidamente que Instagram no solo sería su mejor canal de difusión, sino también de venta. Clover Clothing creció significativamente, prueba de ello fue que comenzaron a realizar envíos a nivel nacional en el primer año.

Ahora no solo ofrecen ropa, también publican zapatos, bolsos y prendas para mascotas, también de segunda mano. “Decidimos darle una nueva oportunidad a las prendas vendiéndolas a un costo accesible, permitiendo así que chicas puedan darles un segundo hogar”, expresó Badillo.

Fernanda y Adriana actualmente cursan la universidad y se están abriendo paso en el ámbito profesional, por lo que solo destinan la mitad de su tiempo.

Las actualizaciones en su feed de Instagram son cada quince días; sin embargo, sus clientes ya están habituados. “Intentamos que el feed tenga orden y armonía para que sea atractivo para nuestras seguidoras”. Ambas emprendedoras cuidan los detalles, por lo que en cada publicación describen la marca, la talla, el estado del artículo y el precio.

Además de continuar ofreciendo su propio guardarropa, las fundadoras de Clover Clothing ofertan prendas de sus tías o amigas cercanas. Y aunque en ocasiones también venden ropa nueva, la ropa de segunda mano tiene mayor recibimiento que la que aún trae etiqueta. La ropa de segunda mano está en tendencia y estas chicas han sabido aprovecharlo.