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Estampas de un país desigual

Las diferencias en México se notan de norte a sur y una de las causas podría ser que no todos los estados han aprovechado de manera eficaz el vínculo con la economía norteamericana.

México es un país altamente desigual. Y no me refiero solamente a la distribución del ingreso y la riqueza en general, sino también a las tremendas diferencias regionales que existen. Hay algunas zonas del país que desde hace muchos años han logrado un extraordinario crecimiento mientras que otras se mantienen estancadas.

Si vemos lo que ha ocurrido en los últimos 9 años, percibimos que incluso las diferencias se han acentuado. La zona norte de la República, en la que hay una fuerte presencia de industria manufacturera, ha logrado un singular crecimiento. Es también el caso de la zona del Bajío, que ha conseguido un dinamismo por las manufacturas y por su moderno sector agropecuario.

En contraste, el sur y algunos estados del oriente del país se distinguen por su atraso. Chiapas, Oaxaca y Guerrero tradicionalmente han estado a la zaga en crecimiento y en nivel de ingreso, y mantienen esa condición. Pasa lo mismo con Veracruz, Tabasco y Campeche, que no han logrado recuperarse del declive petrolero que viene de hace ya casi dos décadas.

El centro de la República, que no tiene una orientación manufacturera exportadora también ha resentido el atraso, incluyendo la Ciudad de México.

Pero veamos algunos casos que destacan, de acuerdo con los datos del Indicador de Actividad Económica Estatal, al cierre de 2021. Si consideramos el periodo que va de 2013 al año pasado, encontramos que la entidad que tiene un mayor crecimiento en el país es Baja California, con un alza de 31 por ciento. Claramente, el sector más dinámico de la entidad es el que en el pasado se denominaba industria maquiladora, y que hoy se caracteriza como manufacturera de exportación.

A lo largo de las últimas décadas se ha ido configurando un ecosistema manufacturero en la frontera que es parte integral de la industria norteamericana, de modo que Baja California tiene actualmente 92 parques industriales, lo que explica el fuerte crecimiento que ha conseguido.


En otra zona de la República, el estado de Querétaro está en el segundo lugar en cuanto a crecimiento. A diferencia de Baja California, que tiene como gran ventaja la ubicación, la clave en esta entidad ha sido la disponibilidad de mano de obra calificada, las comunicaciones y transportes, así como la permanencia de políticas que desde hace años han impulsado giros como la industria aeronáutica. El crecimiento de Querétaro en estos 9 años fue de 23 por ciento.

Otra de las zonas de fuerte crecimiento es Baja California Sur junto con Quintana Roo. El primero subió 22 por ciento y el segundo 21 por ciento. Los dos estados se han convertido en las zonas turísticas que más han crecido, sobre todo por la atracción de visitantes internacionales de alto poder adquisitivo.

Las zonas como Los Cabos y Riviera Maya se han convertido en emblemáticas del turismo de playa de lujo. Muestra de ello es que el aeropuerto internacional de Cancún es el que tiene un mayor número de operaciones a nivel nacional, superando incluso al Benito Juárez en la Ciudad de México, aunque éste último es todavía el número uno en cuanto a pasajeros movilizados.

El quinto lugar en materia de crecimiento corresponde a Yucatán, también con 21 por ciento. Esta entidad ha logrado una combinación singular en la que le ha logrado dar un fuerte impulso a la agroindustria, pero también a algunas otras industrias tradicionales y de avanzada. Es proveedor de la zona turística de Riviera Maya, pero también es fuerte exportador y ha conseguido desarrollar también turismo y servicios.

Así como estas cinco entidades son ejemplo de un mayor crecimiento que el promedio del país, tenemos otras cinco que están en el extremo opuesto. El estado cuyo rezago es más notorio es Campeche. Su producción hoy es 38 por ciento inferior a la de 2013. La razón es que es una entidad que dependía por entero de la producción de petróleo y al caer esta, especialmente al decrecer la de los grandes campos como Cantarell o Ku-Maloob-Zapp, que se encontraban en el golfo de Campeche, la economía de la entidad se vino para abajo y no ha encontrado una vocación que la reactive.

Un caso semejante es el del estado de Tabasco, cuya producción está 4 por ciento por debajo de la de 2013. Ha sido hasta este sexenio, con el proyecto de la refinería de Dos Bocas, que su actividad se ha dinamizado de nuevo.

Sin embargo, aún es insuficiente para compensar el rezago de años de abandono de la industria petrolera.

Con una caída de 4 por ciento se encuentra también el estado de Chiapas, que en otros indicadores aparece como el más pobre del país. Sin una base industrial sólida, con muchos conflictos sociales, sin ser relevante en la producción primaria, es una entidad cuyo atraso tiende a acentuarse.

En esta lista, el cuarto estado con menor crecimiento en el lapso que estamos analizando es Veracruz, apenas con un crecimiento de 1 por ciento en 9 años. A pesar de contar con uno de los puertos más importantes para el comercio con el Atlántico, Veracruz no ha logrado capitalizar esa condición y ha ido perdiendo terreno como centro industrial o de producción agropecuaria. Tal vez la buena noticia es la confirmación de que la planta cervecera de Constellations, que originalmente se construiría en Mexicali y fue cancelada por el gobierno, se habrá de edificar en Veracruz, lo que podría ser un dinamizador de la actividad industrial en la zona si se logra configurar un cluster alrededor de ella.

Y, finalmente, en esta lista, hay otra entidad ubicada en el norte de la República que no ha logrado consolidar las ventajas de su localización y se ha convertido más bien en un estado célebre por la inseguridad. Se trata de Zacatecas, cuyo crecimiento en los últimos 9 años es apenas del 3 por ciento. La caída de la actividad minera, la que quizás fue la más importante de la región, y la incapacidad para crear un complejo agroindustrial alrededor de la importante planta cervecera más grande del mundo, ubicada en la entidad, son factores que han impedido un crecimiento más acelerado.

Lo que este cuadro muestra es que, aunque México tiene problemas globales, en términos generales, las zonas de la República que han aprovechado de manera más eficaz la vinculación que tenemos con la economía norteamericana, son las que han logrado un mayor éxito en su desempeño exportador.

En contraste, las que han sido incapaces de integrarse a la zona norteamericana y se han mantenido en un relativo aislamiento, son las que menos han crecido. ¿Entenderemos la lección que esas cifras implican?

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