Bloomberg Businessweek

Inflación en la mente de todos

El Plan de Infraestructura de EU presionaría los costos de insumos de la construcción en el país.

El mundo enfrenta una inflación crítica que no perdona. En México se ubicó en 7.37% a tasa anual durante noviembre, el nivel más alto en dos décadas y continúa fuera del rango objetivo de la propia autoridad monetaria. Mucho dependerá de las disrupciones en los procesos productivos, principalmente en las manufacturas, así como las nuevas cepas del coronavirus. América Latina tampoco la está pasando bien. Mientras la región sale de su peor crisis económica en dos siglos, el lento crecimiento ha sido un revés para los esfuerzos por reducir la pobreza. Además, el Plan de Infraestructura en EU podría impactar en los precios en 2022, principalmente en los insumos de la construcción. El ciudadano lo resentirá también en materia de salario. ¿Qué pasa con los productos base para el país, como tortilla, carne, gasolina? Analizamos la situación en el país, EU y América Latina.

Cómo EU podría darle ‘en la torre’ a México

El crecimiento acelerado de los precios al consumidor lo enfrenta el mundo entero debido a efectos directos e indirectos de la pandemia y de las medidas de apoyo al gasto, especialmente en las economías avanzadas. Además, se suma la falta de insumos, como los semiconductores, indispensables para industrias como la eléctrica y la automotriz.

México no es la excepción. La interrupción de actividades productivas propició cuellos de botella que se han visto ampliados por una reasignación del gasto de los hogares de servicios hacia bienes de consumo duradero, además de mayores costos de transporte e incrementos en los precios de materias primas.

El INEGI reportó que noviembre que la inflación se ubicó en 7.37 por ciento, y recientemente el propio subgobernador de Banco de México, Jonathan Heath, estimó que el nivel general de precios cerraría este año cerca del 7.3 por ciento, lo que implicaría el mayor aumento en dos décadas.


El Banco de México (Banxico) ha elevado en cuatro ocasiones al hilo la tasa de interés de referencia —la cual, actualmente, se ubica en 5 por ciento— para tratar de contener los riesgos que suponen una inflación fuera del rango objetivo de la propia autoridad monetaria (3 por ciento con un punto porcentual de diferencia), y ha reiterado que las presiones vistas en el nivel general de precios en meses recientes son transitorias, pues prevé que serán disipadas hacia la segunda mitad del 2022.

Expertos en materia económica han coincidido en que, la mayor parte de las presiones inflacionarias obedecen a factores externos, y no descartan que el Plan de Infraestructura en Estados Unidos podría impactar en los precios el año entrante, principalmente en los insumos para la construcción.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó un proyecto de ley de infraestructuras, el cual sobrepasa el billón de dólares, con la finalidad de ampliar y rehabilitar puentes y carreteras en mal estado, así como mejorar el acceso a internet, lo que supone creará más puestos laborales en el vecino país del norte.

No obstante, esta medida podría presionar los costos de algunos insumos de la construcción en nuestro país, ante el inminente incremento en la demanda de estos productos en Estados Unidos.

Félix Boni, director general de análisis de HR Ratings comentó en entrevista con Bloomberg Businessweek que el Plan de Infraestructura tendrá resonancia en los precios en México, pues consideró que un mayor gasto fiscal puede provocar más presiones inflacionarias.

“Sí puede provocar presiones inflacionarias; de hecho, lo que está pasando en Estados Unidos (en cuanto a inflación se refiere) es el resultado de la política fiscal del año pasado y de principios de este año”, dijo.

Por su parte, Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, detalló que el Plan propuesto por el demócrata Joe Biden puede presionar los precios de los insumos de la construcción en México, primordialmente.

“Un crecimiento de la demanda agregada en Estados Unidos sí puede generar presiones inflacionarias adicionales de costos, por ejemplo, en el cemento, la varilla, los combustibles, y puede llevar a una inflación importada que continúe afectando a la doméstica”, abundó, y dijo que, por el contrario, este plan representa también oportunidades muy importantes de negocio para México a través del tratado comercial que mantiene con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), por lo que lo ideal sería que el gobierno implementara las medidas de política económica para tener una detonación de mayores inversiones.

¿Qué podría suceder en el corto plazo y de qué manera impactaría a México? Alain Jaimes, economista de la empresa de análisis financiero Signum Research, coincidió en lo dicho por O’Farrill, pues aseveró que en el corto plazo habría presiones adicionales al alza, ya que dicho plan impulsaría la reactivación de la actividad económica a través del canal manufacturero y de las exportaciones, lo que daría un mayor empuje a la demanda agregada y al nivel general de precios.

Lo que viene para el año entrante, de acuerdo con el consenso de analistas sondeados por el Banco de México, refiere que en 2022 la inflación cerraría con un incremento de 4.03 por ciento anual, es decir, continuaría fuera del rango objetivo de la propia autoridad monetaria, y mucho dependerá de las disrupciones en los procesos productivos, principalmente en las manufacturas, así como las nuevas cepas del coronavirus.

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