El tipo de cambio, otra vez, en las decisiones personales

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El tipo de cambio vuelve a ser un tema que ronda en las decisiones de finanzas personales y ante la expectativa de movimientos bruscos a lo largo de todo el año hay quienes se preguntan si conviene comprar dólares.

Hemos abordado en repetidas ocasiones en este espacio que la inversión en divisas es impredecible, incluso por los expertos, porque es un mercado volátil.

De hecho, los escenarios para 2018 son por completo extremos. Existe la posibilidad de que el dólar se sostenga en una cotización similar a la del año pasado si se firma el Tratado de Libre Comercio y no hay una salida de capitales significativa por la reforma fiscal de Estados Unidos y las elecciones internas.

En tanto, si este entorno se descompone algunos analistas lo sitúan arriba de 24 pesos.

Para darnos una idea del riesgo, si hubieses adquirido esta divisa a principios de 2017 y vendido al inicio de este año, la pérdida sería de 13 por ciento, sin contar el costo alternativo de haberlo depositado en una simple cuenta de banco, además del diferencial entre compra y venta que también juega en contra del rendimiento.

¿Bajo qué condiciones vale la pena tener dólares? Por ejemplo, si contemplas un viaje o una compra importante en dicha moneda podría justificarse porque te proteges de un movimiento repentino de su precio que te impidiera cumplir tus planes.

En estos casos sería recomendable adquirirlos, pues ya estarías tranquilo. Incluso si llega a bajar la cotización, los ocuparás para el fin predeterminado.

Ahora bien, existe otra clase de activos para cubrirte que ofrecen rendimiento.

Está la posibilidad de adquirir acciones de Estados Unidos que por obviedad estarían ligadas al dólar o ETF's de bonos del Tesoro o títulos mexicanos de empresas que suban al moverse esta divisa, como serían las mineras.

Otra alternativa son los bienes raíces que aun cuando se manejan en pesos tienden a revalorarse con el alza del tipo de cambio; sin embargo, los activos deben mantenerse por lapsos prolongados, con una liquidez reducida y un costo alto de operación.

A nivel empresarial está la opción de tomar una cobertura en el mercado de futuros que ayuda a minimizar el riesgo de transacciones que se llevarán a cabo a lo largo del tiempo.

En definitiva, será una variable trascendente para nuestras finanzas y te sugiero darle un seguimiento puntual durante todo el año.

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