¿Qué consecuencias implica cambiar al fiscal del caso Ayotzinapa? Esto dice una experta del GIEI

Ángela María Buitrago, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), lamentó este jueves que el Gobierno federal tomara la decisión de cambiar al fiscal, que llevaba años en la investigación, a cargo del caso Ayotzinapa.

Durante su participación en el Foro EF MeetPoint: Ayotzinapa, ¿cuál es la verdad?, la experta del GIEI advirtió que el caso y la búsqueda de la verdad corren “muchos riesgos” tras la renuncia del fiscal Omar Gómez Trejo, extitular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa.

“Cuando se cambia intempestivamente a un funcionario que ha venido investigando el caso, que sabe qué pruebas tiene, que sabe qué pruebas faltan, que sabe cómo llevar su teoría del caso ante una autoridad judicial, se corren muchos riesgos”, sostuvo.

Buitrago detalló que la principal preocupación es que el nuevo fiscal no conoce la investigación y los expedientes, así como las pruebas, lo cual fue calificado por la experta como “muy grave”.

“Son más de 7 teras de información que hemos procesado, son más de 70 mil documentos que son nuevos y que se lograron por la apertura del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque él ordenó que se abrieran los archivos”, dijo.

Por esta razón, aseguró que el rumbo del caso Ayotzinapa pinta dos panoramas: “Uno, que se haga mal la imputación y que se haga mal la acusación, y que por lo tanto todo el esfuerzo que se hizo, por esa premura, se pierda porque el juez, al no tener todos los elementos reunidos, puede decir que no hay causa probable.

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“Lo segundo es que, ante el apresuramiento, se dejen de imputar hechos que sí existen probados en el proceso y que se desconocen por el nuevo fiscal”, explicó.

La especialista también remarcó que el fiscal general no puede cambiar de la “noche a la mañana” a otro fiscal sin que haya pasado por una revisión o verificación de sus labores.

“Si nosotros estamos diciendo, le cambio y le pongo un fiscal porque se me antoja y porque usted no quiere hacer los que yo hago, es una presión indebida que significa también la injerencia indebida, así yo tenga la posición superior como fiscal en jefe.

“En la Fiscalía, el fiscal en jefe no puede hacer lo que quiere, el fiscal debe respetar a sus fiscales, ahora si los fiscales están fallando los puede someter a una verificación, pero no de la noche a la mañana puede decir que pone otro fiscal”, recriminó.

Esto también, dijo, tiene que ver con el derecho a la verdad, derecho a la justicia y el derecho a la reparación, “se tiene derecho a saber qué pasó, qué hizo cada autor, por qué está siendo necesario sancionarlos, si yo solo imputo un hecho, voy a dejar a medias la verdad de lo que sucedió”.

Por último, cuestionó por qué el Gobierno mexicano permitió acceder a nueva información sobre el caso Ayotzinapa si no se van a valorar todas las investigaciones, las cuales serán retrasadas con la designación del nuevo fiscal.

“Todo esto significa que vamos a retrasar sin duda la investigación del caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, volver a empezar, para cualquier fiscal por bueno que sea, es un proceso de aprendizaje que pierde en la mitad del camino todo lo que se ha avanzado.

“¿Vale la pena invertir tres años de un trabajo responsable, de un trabajo exhaustivo, para sacrificarlo de un día para otro? Todo esto repercute en el derecho a la verdad, en el derecho a la justicia, en el derecho a la reparación de las víctimas”, apuntó.