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No uses puertos USB públicos si no quieres que te hackeen: el FBI explica por qué

El FBI explica qué es el ‘juice jacking’, un tipo de hackeo mediante el uso de cables USB.

Washington, 10 abr (EFE).- El FBI recomienda a la ciudadanía estadounidense no utilizar estaciones de carga de dispositivos móviles gratuitas en sitios públicos como aeropuertos, hoteles y centros comerciales, una advertencia de la que se hacen eco los medios de comunicación del país.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) de Denver (Colorado) alertó a través de Twitter de la técnica empleada por los piratas informáticos o hackers para introducir programas maliciosos (‘malware’) y de vigilancia a los dispositivos electrónicos a través de puertos USB públicos.

“Evite utilizar estaciones de carga gratuitas en aeropuertos, hoteles o centros comerciales. Los ciberdelincuentes descubrieron cómo utilizar los puertos USB públicos para introducir ‘malware’ y ‘software’ de vigilancia en los dispositivos. Lleve su propio cargador y cable USB y utilice una toma de corriente en su lugar”, escribió.

El FBI no es el único que alerta de ese peligro; también lo hace la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en su web, apuntando que los piratas informáticos pueden cargar ‘malware’ en los puertos USB para acceder “maliciosamente” a los dispositivos, una práctica que la agencia denomina ‘juice jacking’.

De esta manera, los hackers pueden adquirir datos personales y contraseñas, para uso personal o para vender a terceros. La FCC recomienda llevar el propio cable USB con usted, a través del cual no existe ese peligro.

Algunos usuarios de internet también han recomendado tener un adaptador de cable USB bloqueador de datos (PortaPow), para proteger los dispositivos del ‘juice jacking’. Las autoridades recomiendan también tener un programa antivirus en dispositivos electrónicos.


¿Qué es el juice jacking?

El ‘juice jacking’ es un delito cibernético. Los piratas informáticos usan puertos USB públicos para robar datos privados y sensibles de las personas, como el número de la tarjeta de crédito. También pueden instalar malware en el dispositivo conectado a estos puertos USB.

Una investigación de la Universidad Central de Queensland encontró que conectar un dispositivo en un puerto USB ‘hackeado’ permitirá a un delincuente acceder en menos de 10 segundos las páginas web que estén cargadas en el navegador de un teléfono. Y en solo un minuto después de haberse conectado, la privacidad del usuario puede verse comprometida, apunta The Washington Post.

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