Tan solo en la carne de cerdo, actualmente ya se debe importar el 40 por ciento para el consumo en México.
La impresión de carne busca ser una solución para reducir las emisiones de dióxido de carbono y disminuir el consumo masivo de agua.
Esta semana, el Gobierno federal presentó una serie de medidas adicionales para combatir la inflación, entre las que están la eliminación de algunos trámites.
Se trata de un incremento de 2.8 por ciento con respecto al 2017 en el consumo de res, cerdo y particularmente de pollo, proteína de la que México es el séptimo consumidor a nivel mundial.