La satisfacción económica es importante en nuestras vidas y su administración es fundamental, pero habrá de aceptar que la percepción es relativa.
El peso se apreció al cierre 0.76% frente a un dólar debilitado, aunque prevaleció la aversión por el riesgo por las monedas emergentes al reavivarse los temores por una guerra comercial global.