Ingerir plástico puede dañar la vida silvestre sin causar la muerte por inanición u obstrucción intestinal, pero los efectos subletales más sutiles podrían tener un alcance mucho mayor.
Investigadoras viajaron a Alegranza, en las islas Canarias, para elaborar el primer inventario de basura en la reserva marina más grande de Europa.
Esto ha preocupado a grupos ambientalistas por el creciente aumento de los 'residuos de la pandemia' del nuevo coronavirus.
Una escultura de hierro en forma de pez fue instalada en la Costera Miguel Alemán para que los residentes y turistas en el puerto depositen sus botellas de plástico.