La compañía considera la idea de construir un vehículo de este tipo mientras define qué automotores se incluirán en una flota de SUV.
El intento de Tesla por obtener un terreno para una fábrica en Shanghái compromete al fabricante de autos eléctricos a una inversión de millones de dólares.
Eduardo Solís, presidente de la AMIA, señaló que el nuevo acuerdo comercial refleja una renegociación compleja para la competitividad automotriz de México.
En 2018 la firma busca producir 314 mil autos; 41 por ciento más que el año pasado.