Un atacante suicida hizo estallar un coche bomba al paso de un autobús en el que viajaban efectivos de la Guardia Revolucionaria matando a 27 personas y causando heridas graves a 13 más.
El vocero de los talibanes, Zabihullah Mujahid, dijo que el grupo condena cualquier agresión a civiles o clérigos.
El atentado, segundo en más de un mes contra dicho Ministerio, se registró en momentos en que el personal abandonaba el edificio tras concluir su jornada de trabajo.