La industria de la construcción enfrenta un reto complejo: voltear a su interior para evaluar su desempeño y sus prácticas actuales ante el entorno actual que le exige reinventarse.
"Esta industria es una de las más importantes en todo el mundo. En los productos internos brutos de cada país, pueden representar arriba del 10 por ciento, entonces hay un alto incentivo para atender estas nuevas preocupaciones", subrayó Alejandro Ruiz, socio líder de la Industria de la Construcción de KPMG en México.
Según los resultados de la "Encuesta Global de Construcción 2017. Hazlo o destrúyelo", realizada por KPMG International, 92 por ciento de los encuestados considera que la tecnología y/o la innovación cambiarán significativamente su negocio, pero tan solo 5 por ciento ve a sus organizaciones como "vanguardistas" en términos de madurez tecnológica.
Al mismo tiempo, reconocen que el conservadurismo del sector es uno de los obstáculos, especialmente en cuanto a los controles de tiempos de entrega de obras, cálculo de presupuestos y manejo de sus recursos humanos.
"Las constructoras y desarrolladores deben evaluar si los controles que han impuesto son tantos que impiden el crecimiento de la organización, sobre todo ante la ola de millennials que están llegando", explicó Ruiz.
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Alejandro Ruiz, socio líder de la Industria de la Construcción de KPMG México. (Cortesía)
Las empresas del sector han comenzado a replantearse sus modelos de negocios en varios frentes, como el esquema de compensaciones.
"Los millennials quieren el reto de ser líderes de proyectos y ser bien compensados, pero no necesariamente planean quedarse 10 años en la organización. La capacitación es un costo muy grande, por lo que los esfuerzos de retención de talento cobran mayor relevancia", detalló el especialista, aunque la movilidad también presenta un lado positivo.
"Si ya tienes una masa de millennials cambiándose de compañía a
compañía, se genera un gran cúmulo de información y experiencia que los desarrolladores pueden aprovechar, si son receptivos a las nuevas ideas".
Además, estos nuevos trabajadores han crecido con la tecnología,
otro aspecto de vital importancia para el futuro de la industria, tanto con el uso de robots que ayuden en la construcción, como de desarrollos virtuales que permitan, por ejemplo, recorrer un edificio antes de que se empiece a construir y para el análisis de datos, de modo que se obtengan reportes en tiempo real para la toma de decisiones a la hora de presupuestar y concursar en licitaciones.
"No se trata únicamente de mejorar los factores de gobierno, capital humano y tecnología; sino también de considerar los espacios que hacen falta entre ellos. El principal reto para el sector está en mejorar la interacción de estos tres factores y así obtener los beneficios de la tecnología en todos los proyectos", consideró Ruiz.