Política

Redistritación, tarea urgente para el nuevo instituto electoral


Notimex

Una vez que se integre el Consejo General de lo que será el Instituto Nacional de Elecciones (INE) será urgente que fije como primera tarea la nueva redistritación del país, afirmó el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El 28 de octubre pasado, el Instituto Federal Electoral (IFE) decidió aplazar el proceso de redistritación que generaría un nuevo mapa político para los comicios de 2015, 2018 y 2021.

En consecuencia, ahora "no tenemos una redistritación aprobada por la autoridad", lo que justifica la urgencia de hacerlo, dijo en entrevista el secretario de Acción Electoral del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Samuel Aguilar Solís.

Las elecciones, comentó, se hacen como señala la Constitución, con base en la redistritación derivada del Censo General de Población, por lo que "estamos acudiendo a unas elecciones con números del año 2000".

Así, la redistritación que quedó pendiente sería justamente con los datos censales de 2010, porque de lo contrario al proceso electoral de 2015 se llegaría con datos del año 2000 e igual para el 2018.

Aguilar Solís comentó que "si vamos al 2021 no se podría hacer una redistritación, porque el censo se haría en el año 2020, y para el 2021 aún no se tendrían los datos", pero también la propia Constitución establece que iniciado ya un proceso electoral no se pueden modificar las reglas del juego, y la redistritación sería en 2024.

De ahí justamente la importancia de contar con la nueva redistritación, porque de no hacerlo estaríamos negando el principio democrático de un ciudadano un voto, y estaríamos yendo a los siguientes procesos electorales con números del año 2000.

El integrante del CEN priísta criticó por ello que el Consejo General del IFE rechazará en su penúltima sesión, en octubre, el informe presentado por la Comisión de Redistritación que encabezaba la consejera María Marván.

Calificó de inaudita la resolución donde "se tomó el acuerdo de decir: no se aprueba el informe de la Comisión de Redistritación, pero tampoco se rechaza, y se reconoce que el trabajo está hecho a profundidad y de manera profesional.

"Ese es el acuerdo, así como lo estoy comentando: no se aprueba, pero no se rechaza y se reconoce que está hecho a profundidad y con profesionalismo".

Para Aguilar Solís fue un grave error que el Consejo General del IFE, ese 27 de octubre, no hubiera aprobado la redistritación, y ahora "será una tarea prioritaria para el nuevo órgano electoral, para los nuevos consejeros, autorizar y aprobar justamente la redistritación".
 
 
 
 

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