Miguel Ángel Pallares Gómez
Los grandes corporativos como Coca Cola, Pepsico, Kellogg's, Unilever y Kraft son el mayor obstáculo para que México tenga una estrategia nacional para combatir la obesidad y la diabetes, denunciaron representantes de la organización no gubernamental Alianza por la Salud Alimentaria.
"Las empresas no van a actuar en contra de su beneficio. Que el gobierno salga a decir que la estrategia la están haciendo con las compañías está siendo burla y preocupación a nivel internacional", aseveró Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, en conferencia de prensa.
La propuesta de la Alianza, formada por agrupaciones como El Poder del Consumidor, Greenpeace México y Contrapeso, entre otras, incluye poner un impuesto de 20 por ciento a refrescos, de los cuales prevén una recaudación de 20 mil millones de pesos anuales.
Con el 10 por ciento de este monto, la Asociación estima que podrían instalarse bebederos de agua en todas las escuelas del país. Asimismo, el resto del dinero recabado podría utilizarse para otras estrategias para desarrollar hábitos saludable en la población.
"La Estrategia Nacional contra la Obesidad (que prepara el gobierno) debe de garantizar estar libre de conflictos de interés. Además, considerar a los ciudadanos como sujetos de derecho, asegurando el acceso a alimentos nutritivos, suficientes y de calidad", comentó Julieta Ponce, del Centro de Orientación Alimentaria.
Luis Encarnación, representante de la organización Contrapeso, dijo que es urgente que el gobierno federal asuma un compromiso real con la población y no con los grandes corporativos.
"Necesitamos políticas públicas de prevención que defiendan el derecho a la salud y a la alimentación sana de toda la población", agregó.
La discusión por el impacto de los refrescos en el desarrollo de padecimientos como la obesidad y diabetes ha tomado fuerza últimamente.
Hace una semanas, el Poder del Consumidor presentó una denuncia contra la campaña "Una Coca-Cola = 149 calorías para usar en actividades felices", al decir que era una campaña engañosa y representaba riesgos para la salud y logró que fuera retirara.
A inicios de agosto, la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) presentó una campaña de publicidad enfocada a contribuir al cambio de hábitos saludables en la población mexicana.