Yonathan Amador Gomez

Dreaming in Lions: Arturo O’Farrill sofistica el jazz afrolatino

Ganador de 7 Grammy, Arturo O’Farril presenta Dreaming in Lions, su primer disco bajo el sello de la icónica disquera Blue Note.

Si bien el surgimiento del jazz en el naciente Siglo XX contó con sonidos de diferentes regiones, incluído lo latino, no fue sino hasta finales de los años 40, 1947 para ser específicos, cuando un grupo de músicos ─Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Chano Pozo, Mario Bauza, Machito, Chico O’Farrill─ comenzaron a incorporar elementos y ritmos afrocubanos, afrocaribeños a la corriente novedosa, en ese momento, del jazz: el bebop. Con ello se conformó el CuBop y lo que ahora conocemos como jazz afro latino o latin jazz.

El jazz “como todo elemento cultural”, señala Luc Delannoy en su libro Carambola, “se mantiene y se adapta, evoluciona”, por lo que no pasó mucho tiempo para que los elementos musicales afrocaribeños mezclados con el jazz fueran tomados por Chico O’Farrill y los llevara a un nivel superior con sus suites: Afro Cuban Jazz Suite I y II, Aztec Suite, Suite Manteca, en donde reelaboró el tema de Gillespie y Pozo, por mencionar solo algunas.

Este año, el año en el que celebramos el centenario del nacimiento de Chico (1921-2021), Arturo O’Farrill presenta el disco Dreaming in Lions bajo el sello, por primera vez en su carrera, de Blue Note. Despedida y Dreaming in Lions son dos suites, con las que al igual que su padre, Arturo ha logrado llevar el jazz afro latino a un nuevo nivel de sofisticación, con el que busca dejar su legado. “Para mí este disco es como un testamento. La gente que conoce mi carrera van a oír este disco y van a decir: ¡qué pasa aquí!”.

Y es que pese a la ya larga historia de fusión que tiene el jazz afrolatino, aún permanecen vivos ciertos estigmas que buscan visualizar al jazzista latino “con maracas y bongos”, dice Arturo O’Farrill quien se niega a “ponerse en una esquina” y por el contrario, sin perder su visión, ni traicionar su tradición e identidad busca “revolucionar esa idea de que nada más podemos tener claves o tumbao. A los latinos, dice, no nos metes en una caja somos ciudadanos del mundo y para mí lo más importante de tener esa oportunidad con Blue Note, es declarar finalmente que no nos vamos a poner una esquina, vamos a salir fuerte y vamos a hacer música moderna con mucho cariño”.

Autenticidad, sentido del humor y una inagotable curiosidad por explorar sonidos y géneros son tres elementos que Arturo heredó de su padre y de músicos con quienes ha trabajado como la jazzista Carla Bley. Esa inquietud reflejada abiertamente en su disco Four Questions, ganador del Grammy a Mejor Disco de Jazz Latino en 2020 ─en general todo el disco, pero sólo hay que escuchar Jazz Twins y Four Questions, para darse una idea de la vanguardista propuesta estética de jazz latino que plantea Arturo O’Farrill─, encontró en las suites Despedida y Dreaming in Lions continuidad y la consolidación de su propuesta sonora.

Despedida es una suite de 5 movimientos (Del Mar, Intruso, Beauty Cocoon, Ensayo Silencio y La Llorona), compuesta para la Compañía de Danza Malpaso dirigida por Osnel Delgado, que habla mucho de los procesos personales por los que atravesaba Arturo en ese momento, su mamá ─la mexicana Lupe O’Farrill─, enferma; su separación de una institución académica. La suite inicia con un jazz contemporáneo con toques de música clásica y no es sino hasta Beauty Cocoon que explotan las percusiones, que dan paso a líneas de funk y groove latino con Ensayo Silencio, para concluir en La Llorona con un suave son contemporáneo.

Dreaming in Lions ─inspirado El Viejo y la Mar de Ernest Hemingway, uno de los libros favoritos de Arturo─ de las dos, es la suite más ambiciosa no nada más por sus 9 movimientos, sino por la riqueza de sonidos y géneros que Arturo fue incorporando: jazz contemporáneo, percusiones latinas, funk, groove, soul, improvisación, free jazz y hasta música clásica en Dreams So Gold, pieza interpretada por su esposa la pianista Alison Deane.

Para Arturo O’Farrill el compositor es como un cocinero que va usando diferentes ingredientes para crear sabores, a veces conocidos, a veces nuevos. “Tengo muchos proyectos, a veces uso conga, bongo y maracas y a veces no, pero gracias a Dios los conozco y sé cómo usar esos elementos, cuando los quiero usar”.

Con una destacada trayectoria dentro de la música y el jazz en Estados Unidos, tanto como músico, educador y activista, Arturo O’Farrill, fichado por Blue Note, tendrá una plataforma más grande para continuar desarrollando y evolucionando el jazz afrolatino y hacer escuchar su testimonio: “tengo que hacer música que refleje la ventaja que tengo: soy contemporáneo, soy latino, y estoy aquí diciendo lo que veo”.

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