Dinero, Fondos y Valores

AMLO y el escrutinio a su fórmula ‘mágica’

Víctor Piz analiza el panorama de la economía mexicana y lo que pasaría con la calificación crediticia en caso de que AMLO ganara la elección.

El candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a reducir el IVA y el ISR.

"Va a bajar el IVA al 8.0 por ciento y el ISR disminuirá al 20 por ciento", sostuvo el fin de semana durante un mitin en Rosarito, Baja California.

Además, dijo AMLO, "se va a cobrar lo mismo que se cobra del otro lado de la frontera por la gasolina y por la luz".

Días antes, en Compostela, Nayarit, afirmó que "ya no va aumentar ninguno de estos energéticos", refiriéndose a la gasolina, el gas y la energía eléctrica; "se van a congelar estos precios", ofreció.

AMLO cree que puede hacer eso y más, como prometer que la economía crezca a tasas de 6.0 por ciento anual, ¡sin incrementar los impuestos ni la deuda, sin déficit público, sin inflación ni devaluación del peso!

La fórmula del candidato que lidera con amplia ventaja las encuestas es "acabar con la corrupción y los privilegios".

La semana pasada, México recibió una mejoría en la perspectiva de su calificación crediticia por parte de Moody's, de 'negativa' a 'estable'.

El cambio en la perspectiva de la calificación A3 en su escala global fue impulsado por tres factores, de los cuales destaca uno: la baja probabilidad de que la siguiente administración debilite las tendencias económicas y fiscales mediante cambios bruscos de política.

Standard & Poor's y Fitch Ratings reafirmaron la perspectiva 'estable' de la calificación soberana BBB+ de México en el primer trimestre del año.

Lo hicieron en reconocimiento al trabajo que se hizo en 2017 para fortalecer las finanzas públicas con base en la reducción del déficit fiscal y la reversión de la trayectoria ascendente del endeudamiento.

Respecto a la baja probabilidad de que el resultado electoral del 1 de julio debilite las tendencias económicas y fiscales, el reportero preguntó al subsecretario de Hacienda, Miguel Messmacher, cuáles son los anclajes poselectorales.

El funcionario dijo que hay elementos institucionales, como la autonomía del Banco de México; prudenciales, como la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; y constitucionales, como algunas reformas.

Moody's "menciona posibles elementos que podrían mejorar o perjudicar la calificación crediticia, donde señala un posible deterioro institucional, ya fuera porque se debilitara la autonomía del Banco Central o el marco fiscal establecido en la Ley Federal de Presupuesto", apuntó Messmacher.

La propia calificadora advierte una baja probabilidad de que la siguiente administración merme de manera sustancial los fundamentos crediticios de México a través de un cambio brusco en la dirección de las políticas económicas.

"Independientemente de qué partido resulte victorioso en las elecciones presidenciales, no es evidente que vaya a tener la capacidad para modificar de manera manifiesta la dirección de las políticas o revertir las reformas que han sido aprobadas", sostiene Moody's.

Pero si AMLO gana la elección y sus medidas propuestas, como bajar el IVA y el ISR o 'congelar' los precios de los combustibles, debilitan estructuralmente la política fiscal, volverá el escrutinio de las calificadoras sobre las finanzas y la deuda del país.

Y ahí es cuando se pondrán a prueba los anclajes de las variables fundamentales de la economía.

COLUMNAS ANTERIORES

La economía ‘se aferra’ al terreno positivo
¿Fin a la pobreza extrema en 2030?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.