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El ‘superpeso’ y las ganas de romper los $17

Si bien el peso ha mantenido las ganancias durante este año, no se puede descartar un escenario negativo, señala Víctor Piz.

A media semana, el tipo de cambio alcanzó niveles que no se observaban desde diciembre de 2015, al romper el miércoles momentáneamente el piso de 17 pesos por dólar.

Casi como reacción en modo ‘nado sincronizado’, políticos del oficialismo salieron a festejar en sus redes sociales que la apreciación del peso ha sido posible gracias “al buen gobierno” y “al manejo de la política económica” del presidente López Obrador.

Pero, como reza el dicho popular, no por mucho madrugar amanece más temprano.

Al día siguiente, el jueves, el peso experimentó una fuerte sacudida, que por momentos llevó el tipo de cambio a niveles de 17.38 unidades por dólar.

Esta presión no fue exclusiva de la moneda mexicana, pues las divisas de otras economías emergentes también perdieron terreno.

En las últimas dos jornadas de la semana, el peso registró volatilidad ante la aversión al riesgo a nivel global derivada la publicación de diversos indicadores económicos en Estados Unidos.

Concretamente, la encuesta ADP de empleo para junio salió muy por arriba de lo esperado, pues la contratación en el sector privado estadounidense se disparó a 497 mil personas, más del doble de las 225 mil anticipadas y de las 267 mil del mes previo.

El dato asustó a los mercados, pues pone en duda la capacidad de la Reserva Federal para controlar la fortaleza del mercado laboral en EU, que es uno de los factores principales detrás de la persistencia de la inflación en esa economía.

La dinámica del mercado laboral alimenta las apuestas de que la Fed tendrá que ser más agresiva contra la inflación reanudando las alzas en las tasas de interés este mes, después de la pausa que hizo en junio.

Aunque este viernes se conoció que la nómina no agrícola registró la creación de 209 mil nuevas plazas en junio, cifra inferior a las 230 mil esperadas y las 306 mil del mes anterior, los salarios continúan creciendo a un ritmo elevado: 4.4 por ciento anual.

Las cifras laborales de junio disminuyen la probabilidad de que la economía estadounidense entre en una recesión este año, si bien moderada y de corta duración.

El hecho es que los mercados sobrerreaccionaron ante datos laborales que sugieren la posibilidad de una Fed más agresiva.

Esa es la razón por la que el tipo de cambio del peso no sólo no pudo sostenerse por debajo de 17 unidades por dólar, sino que se depreció al cierre de la semana.

Quitando el episodio reciente, el peso destaca por su fortaleza entre las divisas de economías emergentes y también entre las más expandidas con el mejor desempeño en una canasta amplia de cruces frente al dólar.

Durante 2023, el peso acumula una apreciación de 13.7 por ciento, siendo sólo superado por el peso colombiano, que gana 16.8 por ciento, según datos de Bloomberg.

Pero desde el año pasado, es decir, desde la primera semana de julio de 2022, el tipo de cambio se ha apreciado cerca de 20 por ciento y en esa medición, el peso mexicano es la moneda más fortalecida.

El amplio diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos es uno de los factores que más ha contribuido al buen comportamiento de la moneda nacional.

Al peso también lo han apuntalado los fundamentos macroeconómicos sólidos de México, incluido el equilibrio en las cuentas externas, entre otros factores como el buen desempeño de las exportaciones –sobre todo manufactureras– y los elevados ingresos por remesas.

En mayo, las exportaciones totales superaron los 52 mil 800 millones de dólares mensuales y fueron las segundas más grandes registradas históricamente, después de las de marzo pasado.

También en mayo, los flujos de remesas alcanzaron los 60 mil 800 millones en los últimos 12 meses, lo que representa un monto récord.

En los últimos días, se acentuó el sentimiento de aversión al riesgo a nivel global, generando volatilidad en el tipo de cambio.

Por eso no hay descartar que el peso pueda revertir parte de la apreciación registrada durante el año, lo que, de darse, no debe ni puede atribuirse al gobierno de AMLO, como tampoco si, finalmente, rompe el piso de 17 en el transcurso de las próximas semanas.

Más que a temas internos, el peso está siendo sensible a factores globales, especialmente relacionados con EU.

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