Dinero, Fondos y Valores

¿‘Apretones de tuerca’ menos duros?

Los indicadores laborales de EU en enero, si bien apoyan las señales que apuntan a un mercado demasiado apretado, alejan la perspectiva de una recesión inminente, opina Víctor Piz.

Esta semana, los bancos centrales de las principales economías avanzadas continuaron incrementando sus tasas de referencia y no parecen haber alcanzado el fin de sus ciclos alcistas.

En particular, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció un incremento menor a los registrados en decisiones anteriores, aunque señaló que es probable que se requieran dos aumentos adicionales.

La Fed aumentó el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 25 puntos base –un cuarto de punto porcentual– para ubicarlo entre 4.50 y 4.75 por ciento, su nivel más alto en 15 años, en su reunión de esta semana.

Ello después de cuatro incrementos consecutivos de 75 puntos base y de uno reciente, en diciembre pasado, de 50 puntos base.

El ‘giro’ a 25 puntos base era ampliamente esperado por analistas para confirmar que el ciclo de alzas de la Fed entró en una fase de ajuste, sin haber concluido.

En la decisión del miércoles pasado de la Fed, el Comité Federal de Mercado Abierto –responsable de la política monetaria en EU– anticipó que son probables aumentos adicionales de la misma magnitud en marzo y mayo.

La trayectoria esperada para la tasa de fondos federales anticipa un posible nivel terminal que podría ubicarse en el rango de 5 a 5.25 por ciento.

La reacción inicial no se hizo esperar en los mercados financieros, donde el dólar estadounidense registró una depreciación a mínimos de más de nueve meses, lo que favoreció al peso mexicano impulsándolo a niveles de 18.51, no vistos desde principios de octubre de 2018, aunque después rebotó.

El peso no sólo ha mostrado mayor resiliencia que otras monedas, sino que registra una apreciación de 7.8 por ciento en los últimos 12 meses, debido en buena medida al elevado diferencial de tasas entre México y EU –600 puntos base o seis puntos porcentuales– que hace atractiva la inversión en bonos mexicanos.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró que el trabajo del Comité no ha terminado y que aún tiene mucho camino por recorrer en términos del endurecimiento de la política monetaria.

Sin embargo, la señal para los analistas de mercados es que el ciclo alcista está por llegar a su fin en EU, donde la inflación general mantiene una tendencia decreciente.

Aunque no se ha llegado a un nivel de tasa suficientemente restrictivo, la inflación en EU parece comenzar a ceder, lo que abre la posibilidad de lograr un ‘aterrizaje suave’ de su economía sin que el ‘apretón de tuercas’ conduzca a una recesión.

Los indicadores laborales de EU en enero, si bien apoyan las señales que apuntan a un mercado demasiado apretado, alejan la perspectiva de una recesión inminente.

La nómina no agrícola registró la creación de 517 mil nuevas plazas en el primer mes del año, cifra que fue casi tres veces mayor a la anticipada por el consenso de los analistas y prácticamente el doble de las adicionadas en diciembre.

“Si parece demasiado bueno para ser verdad, es porque es demasiado bueno para ser verdad”, según un reporte de Bloomberg Economics.

La tasa de desempleo se redujo a 3.4 por ciento, su nivel más bajo desde 1969, y el crecimiento de los salarios, aunque continúa siendo elevado, mostró señales de moderación.

Ahora la atención de los analistas está centrada en el anuncio de política monetaria del Banco de México del próximo 9 de febrero, el primero del año.

Casi la totalidad de los analistas anticipa que la tasa de interés de referencia de Banxico se incrementará 25 puntos base en la decisión del jueves, a un nivel de 10.75 por ciento.

Previo al anuncio de la decisión de política monetaria se publicarán las cifras de inflación nacional en enero, que en el caso del índice general se anticipa un repunte a 7.9 por ciento anual desde 7.8 por ciento en diciembre.

En las condiciones actuales Banxico no puede desligarse de la Fed, lo cual no significa que no esté cerca de alcanzar el fin de su ciclo alcista, iniciado a partir de junio de 2021.

El atractivo diferencial de tasas respecto a EU es clave para contribuir al buen desempeño del peso, junto con los fundamentos macroeconómicos sólidos de México, entre otros factores.

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