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Jugar al pronosticador y topar con la realidad

El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que en México haya recesión y, además, pronosticó una optimista cifra de crecimiento.

El miércoles pasado, el presidente López Obrador descartó que en México haya recesión y, además, pronosticó una optimista cifra de crecimiento para este año y los próximos dos:

“Cinco por ciento, para que se enojen, porque los expertos y los especialistas nos están dando, cuando mucho, 2.5, y yo planteo 5 (por ciento)”, dijo en la conferencia matutina de ese día.

“Y de una vez les digo, 5 (por ciento) para el 23 y 5 (por ciento) para el 24, y mi ideal es que, a pesar de la pandemia, obtengamos en el sexenio, en promedio anual, más del 2 por ciento” de crecimiento.

Sin embargo, las expectativas de los analistas encuestados por Citibanamex, que este viernes se actualizaron, anticipan un crecimiento de 2.2 por ciento para 2022 y de 2.1 por ciento para 2023, ni la mitad de lo que proyectó AMLO.

Además, en la encuesta nacional de El Financiero publicada el jueves, la percepción de la opinión pública sobre el manejo de nuestra economía reforzó una tendencia claramente negativa.

La opinión favorable sobre el desempeño del gobierno en el entorno económico disminuyó de 49 a 37 por ciento entre diciembre y enero, mientras que la opinión negativa aumentó de 38 a 45 por ciento.

La percepción de la opinión pública en ese tema es consistente con la que tienen los analistas del sector privado sobre el entorno económico del país.

La percepción de riesgo se sustenta en lo señalado por los especialistas encuestados por el Banco de México a finales de enero.

El porcentaje de los que consideran que el clima de negocios en los próximos seis meses empeorará aumentó de 25 por ciento en la encuesta de diciembre pasado a 36 por ciento en la de enero reciente.

En la encuesta de julio de 2021, un mes después de la elección para renovar la Cámara de Diputados federal, ni un solo analista pensaba que el ambiente de negocios iba a empeorar.

La opinión intermedia es el 44 por ciento de los especialistas que cree que el clima de negocios permanecerá igual en los próximos meses, mientras que sólo 19 por ciento piensa que mejorará.

En la encuesta de enero, la proporción de los analistas que piensan que la economía mexicana no está mejor que hace un año se incrementó a 33 por ciento desde 14 por ciento en diciembre.

El deterioro en la percepción coincide con la incertidumbre ante la propagación en México de la variante ómicron del virus SARS-CoV-2 y sus posibles efectos sobre la recuperación económica.

Aun así, dos de cada tres expertos creen que actualmente la economía del país está mejor que en 2021.

En otra pregunta sobre la percepción respecto al entorno económico, el 53 por ciento de los especialistas considera que este es un mal momento para invertir.

No sólo es la opinión predominante, sino que es la más elevada desde abril de 2021.

En la encuesta de Banxico, sólo 8 por ciento de los analistas cree que es buen momento para invertir y 39 por ciento no está seguro sobre la coyuntura actual de las empresas para realizar inversiones.

A juzgar por la opinión de los especialistas del sector privado, entre los principales obstáculos para la recuperación destacan los relacionados con los problemas de gobernanza por la incertidumbre política y con las inciertas condiciones económicas internas por las presiones inflacionarias en el país.

La inversión mantiene su deterioro como resultado, en gran medida, de las inquietudes sobre esos factores.

Este viernes el INEGI informó que en noviembre pasado, la inversión productiva en México se redujo 0.1 por ciento mensual, lo que representa su tercera contracción al hilo.

La inversión aún se sitúa 3.8 por ciento por debajo del nivel observado en febrero de 2020, antes de la pandemia.

Pero mirando hacia atrás, está 16.7 por ciento por debajo de su máximo histórico, registrado en septiembre de 2015.

La inversión se mantiene como una de las variables más rezagadas y, previsiblemente, seguirá rezagándose ante la falta de incentivos adecuados para invertir y la presencia de un ambiente de incertidumbre.

Y eso puede acentuar la debilidad de la economía mexicana, por más que el presidente afirme que va a crecer 5 por ciento.

Aunque AMLO juega al pronosticador, topará con la realidad.

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