Lo Básico

Las promesas al henequén

El gobierno federal prometió incluir al cultivo del henequén en el programa Sembrando Vida, pero el apoyo a los productores no ha llegado.

Se trata de una fibra natural, de un especie que requiere poca agua, y que el lugar ideal para cultivarlo es Yucatán. Pero también se trata del cultivo al que se le ha prometido impulso y apoyo a sus productores y no ha llegado.

Por segunda vez, el gobierno federal prometió incluir al cultivo del henequén en el programa Sembrando Vida para que los henequeneros del estado puedan recibir los 5 mil pesos mensuales.

La primera vez fue el propio presidente de México, quien desde Ticul, municipio de Yucatán, lanzó la promesa en 2019 de que los henequeneros serían incorporados al programa Sembrando Vida.

Y aunque se dio seguimiento por los productores y la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado, la inclusión al programa no llegó.

En Yucatán hay 15 mil hectáreas dedicadas al henequén en 39 municipios del estado, y se obtienen 6 mil 500 toneladas de fibra.

El kilo de fibra se pagaba el año pasado en 18 pesos el kilo y el gobierno estatal aporta un peso adicional para compensar.

Lograr la primera cosecha de hojas se da después del cuidado y espera de cinco años, por lo que el apoyo mensual les atraía a los miles de productores.

La esperanza se esfumó, la espera de tres años era suficiente muestra de que la cuarta transformación no llegaría al campo yucateco.

El henequén es uno de los cultivos emblemáticos del estado, es el llamado oro verde, por haber generado grandes riquezas y también desigualdades.

Se llegaron a producir casi 140 mil toneladas de fibra, muy lejos de las 6 mil 500 actuales, y ahora se encuentra en fase de recuperación.

Apenas a mediados de junio se inauguró la planta Sisal Tejidos que llegará a demandar 4 mil 500 toneladas de fibra.

Y a raíz de la inauguración de esta planta es que llegó la segunda promesa: está vez fue el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien prometió revisar que el henequén se incluya al programa.

Lo que hoy se produce es para abastecer a las desfibradoras existentes, que son 11. Es por ello que los empresarios de Sisal Tejidos también impulsan que se les dé incentivos a los productores y aumentar la producción.

El henequén, como el centro de acopio de miel en Tahmek o los bancos lecheros para Segalmex, son las promesas pendientes del gobierno federal y solo quedan dos años de labor.

Es inevitable pensar que la nueva promesa a los henequeneros no se cumplirá. Ojalá que sí y que anime a sembrar más y lograr la plena operación de la fábrica.

Ya veremos.

COLUMNAS ANTERIORES

Meliponas, las abejas mayas
Los huevos que ya hay

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.