Vanessa Rubio Marquez

Combate a la séptima carencia social: la carencia de información

 

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Es innegable que en México como en el mundo vivimos una época en la que la sociedad clama un "glásnost" generalizado. Qué bueno que así sea. Todos los actores debemos estar comprometidos con ello: gobierno, sin duda, pero también empresarios, sociedad civil y ciudadanos. La transparencia, la información, el conocimiento y la educación -todos ellos concatenados- dan lugar a una sociedad más consciente, empoderada, comprometida y participativa.

En la Secretaría de Desarrollo Social hablamos de la Estrategia Nacional de Inclusión Social como un eje rector de la política social actual. Ello implica, entre otros aspectos, trabajar en unidad y con objetivos comunes a través de 19 dependencias para reducir las carencias y mejorar las condiciones de vida de quienes más necesidades tienen.

Por carencias sociales se entiende el no ejercicio efectivo de los derechos a la alimentación, salud, educación, seguridad social, vivienda y servicios a la vivienda. Es decir, los seis derechos sociales consagrados en nuestra Constitución. Pero hablamos en un mismo tenor de un séptimo derecho, que es el derecho a la información, que implica la obligación que tenemos no sólo de dar a conocer los derechos sociales sino de brindar información sobre la variedad de políticas y programas que permiten a los ciudadanos ejercer todos y cada uno de estos derechos.

El anuncio hecho por el Presidente Enrique Peña Nieto el lunes pasado para los más de 7 millones de estudiantes de preparatorias y universidades públicas del país va en este sentido: facultar a los jóvenes para que construyan un futuro en los extraordinarios centros educativos públicos de país y a que ejerzan de manera efectiva su derecho a la prevención y atención de salud en el IMSS.

¿A quién de los que cursamos nuestros estudios en universidades públicas, en mi caso la UNAM, no le hubiera gustado conocer el derecho que todos los estudiantes tienen a estar afiliados al IMSS? ¿Cuántos estudiantes –más de un millón- no han tenido que pagar ellos o sus familias gastos médicos tan sólo por desconocer que tienen derecho a los servicios de seguridad social?

El principio es tan sencillo como profundo: quien tiene un derecho y lo desconoce, simplemente no lo ejerce. Esta es precisamente la séptima carencia que estamos abatiendo. Es nuestra responsabilidad informar a los ciudadanos para que puedan ejercer todos y cada uno de sus derechos sociales.

La autora es subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de Sedesol.

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