Salvador Garcia Linan

Nuestra realidad

La solución para la desorganización de una empresa o país no son los cursos ni los seminarios, comenta Salvador García Liñán.

La existencia la puedo presentar, como nuestra presencia o la existencia efectiva de algo o de alguien. Lo que tiene un valor práctico, palpable, efectivo. No fantástico o ilusorio. No falso ni irreal.

Nuestra realidad: mi soledad durante la pandemia, la realidad de mi vida cotidiana es un mundo que comparto con otros. En mis sueños, anhelos, deseos, temores o intenciones estoy solo, pero en el mundo de la vida diaria, se tienen dos vertientes: ¿es real y lo es para mí, como es real para los otros?

En mis conferencias presenciales a ejecutivos y empresarios hago énfasis en algo que se relaciona con mi capacidad de comunicarme continuamente con ellos, con otros.

En rigor, desde que nací no he dejado de existir en mi vida cotidiana, familiar, universitaria, periodística y de negocios. No he dejado de interactuar “comunicándome” continuamente desde que me levanto y charlo con mi esposa y mi familia, asumiendo que ellos también aceptan, lo constato a cada momento con la objetividad y las motivaciones por las cuales nuestro mundo se organiza y se ordena para todos nosotros en el “ahora y aquí” en nuestra actuación.

Lo que insisto cuando hablo de esto ante un público de empresarios y de ejecutivos de varias organizaciones, es que “todos los demás” tienen una idea común de este mundo, una perspectiva, un dolor, una esperanza, un deseo, un horizonte que puede no ser ni idéntico ni cercano a las de otros. Esto crea en ellos desorientación.

A pesar de ello: en el hogar, en la universidad y en el trabajo, con cierta ingenuidad pensamos que lo solucionaremos con cursos, conferencias o seminarios, lo cual es falso: esa no es la solución para la reconstrucción o rehabilitación colectiva y la desorganización de una empresa o de una organización o de un país.

No con cursos, sino con la constitución social de una realidad específica en nuestra empresa u organización .

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