Salvador Garcia Linan

¿Qué comunican AMLO y Gatell?

Nuestro presidente dio la nota discordante al presentarse sin ese cubrebocas, como es su costumbre y la del subsecretario Gatell.

AMLO, el presidente de México, visitó a los más de doscientos deportistas que viajarían a Tokio. Muchos de ellos, como lo estamos viendo en sus resultados iniciales en los deportes para los que fueron seleccionados, en su primera salida al escenario olímpico fueron eliminados.

Antes de ello, el presidente de México, inmensamente votado, porque una amplia proporción de mexicanos no podíamos optar por un presidente priista o panista corruptos y anhelábamos un cambio. Esto representó un gran apoyo y alimentó el logro de una amplia mayoría de votos a favor de AMLO (a la que se sumó sin duda alguna mi familia.)

En esa visita de AMLO a los deportistas -y a los turistas también- antes de salir de vacaciones, perdón, antes de viajar para competir y ganar experiencia para otros eventos mundiales, para los que siempre enviamos turistas, perdón de nuevo, jóvenes turísticamente prometedores, los encontró perfectamente uniformados (¡faltaría menos!) y en forma disciplinada y bella, con sus cubrebocas perfectamente colocados.

Sin embargo, nuestro presidente dio la nota discordante al presentarse sin ese cubrebocas, como es su costumbre y la del subsecretario Gatell.

¡Aún ahora nuestro prometedor presidente (por todas las promesas que hace) sigue con su insana y recalcitrante postura, que además indica una grosera falta de respeto para los demás, que también es un signo de irresponsabilidad!

Esta irresponsabilidad de AMLO se repite en Gatell, quien desde la Secretaría de Salud no muestra señales de ser un ejemplo en el cuidado y protección de los que tiene cerca, usando cubrebocas y respetando la debida distancia. Esto a pesar de la grave crisis de Covid-19 que nos acompaña desde enero de 2020, tanto en México como en el mundo. Su comportamiento parece repetir los errores que cometió en 2009.

Si ahora le preguntan ustedes a sus hijos, sobrinos, ahijados, qué quieren ser de grandes, es muy posible que reciban respuestas llenas de pesimismo, miedo, frustración, desaliento, temor al futuro y en algunos casos rabia contenida, sentimientos muy similares a los de muchos adultos. A eso puede sumarse un comentario dirigido a quien nos gobierna:

“¡No deseo ser una persona que descuida el respeto a los demás y que no da un buen ejemplo a la niñez y la juventud, como AMLO y Gatell!”.

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