Salvador Garcia Linan

Escena del crimen

Debe de haber una investigación profunda para encontrar a los culpables y que paguen por su crimen, como la muerte de personas inocentes en la Línea 12 del Metro.

Con todo respeto, a las personas (y al niño de ocho años) fallecidos, heridos y afectadas directas, por el crimen de la Línea 12 del Metro, cuyos responsables no han tenido la dignidad de renunciar.

De una forma específica, puedo afirmar que la escena de un crimen es cualquier sitio donde se ha llevado a cabo un hecho delictuoso.

Todo escenario de un crimen es un lugar donde han ocurrido ciertos hechos molestos, dolorosos y lamentables. Un lugar donde se han cometido uno o varios actos que pueden ser delitos y que por ello, debe de haber una investigación profunda para encontrar a los culpables y que paguen por su crimen, como la muerte de más de dos docenas de personas inocentes, en la Línea 12 del Metro.

La realidad material de un crimen puede ser un lugar cerrado o puede ser un lugar abierto y público, donde puede ocurrir el homicidio. En mi análisis, han muerto 26 personas y casi cien están heridas. En rigor, era un asesinato esperado por las condiciones inseguras donde los delincuentes con corbata, de manera corrupta, se han erigido en los dueños del país y en los dueños de toda obra importante, en la cual su diseño y su construcción deberían ser siempre totalmente seguras a prueba de cualquier situación natural como un sismo, un incendio o un lugar donde van a concurrir al mismo tiempo, en áreas limitadas, como el andén de un tren o en la estrechez, alta velocidad y poco espacio de un vagón, para proteger las vidas de todos los pasajeros que viajan amontonados, acompañados con niños, en un vehículo que va a más de cien kilómetros por hora, sobre rieles inestables.

Existen dos tipos de delitos: los cometidos en una calle, escenario predilecto para cometer crímenes como matar a una persona, o en un lugar en pleno movimiento (velocidad), con vagones viejos y mal mantenidos y reparados, saturados de gente, sin pasamanos suficientes para todos, en instalaciones públicas donde los gobernantes no han invertido la cantidad de dinero necesaria, para que en todo instante ese móvil saturado de gente, circulando a gran velocidad y que se lleva a cabo en instalaciones poco seguras, instaladas por funcionarios rateros, ingenieros civiles corruptibles y personal de mantenimiento que se roba piezas indispensables.

El gobierno de la Ciudad de México, por su total ignorancia y desconocimiento de la seguridad que debe imperar en todo momento en un transporte colectivo como el Metro, y que es y será totalmente incapaz, por carecer de conocimientos técnicos de ingeniería civil, ingenierías mecánica y eléctrica y la diferencia entre mantenimiento mecánico y eléctrico preventivos y correctivos, carece de capacidad y experiencia para prever, diagnosticar, dirigir y poder anticipar y evitar un crimen, como el de la Línea 12 del Metro.

La jefa de Gobierno no tiene ninguna justificación para estar en el lugar en el que está, junto con ingenieros noruegos muy costosos, que están dispuestos a aceptar y a eliminar todas las pruebas de los errores de la operación y accidente del Metro. Pero por dicha, el electorado ya se cobró y se vengó con su voto, como una parte importante y humillante de su dolor por la tragedia evitable.

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