Salvador Garcia Linan

Cultura de la confrontación

En el presente sexenio, la cultura de la confrontación, en lugar del acercamiento hacia todos los que sufren, ha sido la tónica de un gobierno que desarrolla una profunda desconfianza en todo lo que hace, en lo que dice y en lo que no hace.

En México crece el número de carencias. En el presente sexenio, la cultura de la confrontación, en lugar del acercamiento hacia todos los que sufren, como los médicos privados que atienden a enfermos de Covid-19, sin ninguna protección de vacunas, son actos que han sido la tónica de un gobierno que desarrolla una profunda desconfianza en todo lo que hace, en lo que dice y en lo que no hace. Ignorando, sin ningún sentimiento de piedad ni de protección básica, a los médicos privados que están muriendo solos.

La conflictividad permanente de AMLO incrementa la desconfianza en un gobierno para quien a muchos, en su momento, llegó a entusiasmar. En este gobierno la igualdad y la equidad no existen. ¿O acaso han escuchado de AMLO o de Gatell, su falderillo, un elogio de profundo agradecimiento a las enfermeras en su agobiante trabajo, cuando están enfermando y muriendo tantas?

Las enfermeras en pequeños hospitales o en sanatorios humildes de barrios pobres, son menos reconocidas, a pesar de los exiguos recursos que poseen para hacerle frente a la pandemia. “Nos preparamos para ser fuertes y no tener miedo, aunque a veces hasta jeringas y algodón nos faltan”. Me lo comentó Socorro, una enfermera egresada de la ENEO de la UNAM.

Las enfermeras en sanatorios muy pequeños, para enfermos muy pobres, tienen menos recursos médicos para hacerle frente a la pandemia. “¿Cómo le hacen para subsistir en estas condiciones?”, les pregunté a dos de ellas? “Nos animamos diciéndonos; esta gente pobre nos necesita, aunque muchas veces, por falta de personal tenemos que doblar turnos. “¿Usted sabe, me dijeron, lo que significa trabajar más de 16 horas seguidas sin recursos, sin camas para descansar un rato, ni cocina ni alimentos para nosotras?” “Tenemos que salir a la calle a comprar tortas y café, en plena madrugada y con el peligro de ser asaltadas o violadas. Ya ha pasado”.

Me sorprendió escuchar a las enfermeras -no me lo esperaba-, mencionar, “la vergonzante actitud incorrecta, desafiante y burlesca de AMLO y de Gatell, relacionada con el uso obligatorio de cubrebocas, para lo cual ellos han mostrado una enfermiza, negativa e irresponsable actitud…

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