La Feria

Sector turismo y Claudia: ¿tormenta perfecta?

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró ayer que el Tren Maya ‘va a ser una generación de turismo para el sureste de México muy importante’.

Este lunes a la presidenta de México se le cuestionó si habrá algún programa de promoción turística para el Caribe mexicano, ya que, le preguntaron, “se tiene la versión de que los 12 destinos de Quintana Roo no van a buen ritmo”. ¿Qué contestó Claudia Sheinbaum?

La presidenta Sheinbaum respondió tres cosas.

Que “no tienen información” como la que planteó la reportera Gloria Carpio.

Que, al contrario, hoy se presentará una “inversión muy grande” de una empresa de cruceros justamente para Cancún y alrededores.

Y que su gobierno no va a regresar al esquema anterior a 2018, de “la promoción turística, que eran muchísimos millones de pesos destinados a algunos medios y que en realidad también había mucha corrupción. Entonces, hay otras formas de promoción turística que vamos a estar informando”.

Esas respuestas suscitan nuevas preguntas. Qué es esa ‘otra información’ que tiene la mandataria, datos que irían a contrapelo de lo que el sector turístico alerta desde hace meses: reportes sobre un panorama sombrío en la temporada invernal turística mexicana.

Tan preocupado está el sector que una presentación al respecto se titula: ¿Una nueva tormenta perfecta para el turismo mexicano? Ese documento de 51 páginas fue realizado por la Universidad Anáhuac Cancún, el Consejo Nacional Empresarial Turístico y STARC*.

Entre marzo y julio de 2024, dice la presentación, los pasajeros internacionales en los aeropuertos de Cancún, Los Cabos y Puerto Vallarta bajaron, respectivamente, 6.3 por ciento, 3.5 por ciento y 1.1 por ciento con respecto a mismo periodo de 2023. Es decir, 514 mil menos.

Dice también: a junio pasado, en comparación interanual, el turismo aéreo internacional no creció más que 0.1 por ciento; y en julio, decreció 3.7 por ciento.

Una explicación sería que a pesar de que los estadounidenses están viajando más este año (+9.9 por ciento enero-julio de 2024 vs. 2023), “la participación de los destinos turísticos mexicanos en el mercado de viajes de EEUU al exterior por vía aérea” ha bajado.

Y algo parecido ocurre con visitantes de Sudamérica, donde se ve que la imposición de visas a Perú, Brasil y Ecuador pudo haber influido para la baja de visitas de decenas de miles (en el primer caso), y de cientos de miles en el caso de brasileños y ecuatorianos.

Por si fuera poco, el documento señala que el tráfico aéreo en rutas nacionales en los primeros siete meses del año ha descendido en 3.7 por ciento o 1.4 millones de pasajeros. La ruta México-Cancún, por ejemplo, ha perdido en 2024 22.7 por ciento de pasajeros; la México-Vallarta, -10.3 por ciento.

Para no abundar más, reportan que en los primeros siete meses de este año en las zonas arqueológicas se ha desplomado 46.1 por ciento el número de visitantes, comparado con el periodo de 2019.

Finalmente, el reporte estima que la programación de vuelos desde EU a “playas de perfil internacional en septiembre-diciembre 2024″ se estima en -6.5 por ciento menos que en 2023; y en vuelos en rutas nacionales, -5.8 por ciento.

El sector turístico cree que están influyendo el tipo de cambio, la insuficiente promoción turística y la inseguridad. Señalan también la “fatiga de los destinos e intensidad del esfuerzo de la competencia”, entre otros factores.

La presidenta Sheinbaum aseguró ayer que el Tren Maya “va a ser una generación de turismo para el sureste de México muy importante”. Ojalá, pero no se puede apostar todo a ese tren, ¿o sí?

Hasta 2010, el turismo representaba más de nueve puntos porcentuales del PIB. En 2023, ya sin pandemia, contribuyó con apenas 8.4 por ciento. Y el invierno pinta para tormenta antes que para mejora. Urge la promoción turística del nuevo gobierno. La que sea.

* Sustainable Tourism Advanced Research Center.

COLUMNAS ANTERIORES

De series y reportajes de narcos
El amasijo filocatemista de gobiernos panistas

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.