Rosario Guerra

Las Jacarandas

El lunes, tras la marcha y en el operativo 9 nadie se mueve, AMLO restó importancia a la protesta, despreció a las feministas y afirmó de nuevo que estaban organizadas para golpearlo.

Marcharon miles de mujeres, no fueron 80 mil, éramos cerca de 140 mil. Todas de morado, playera, gorra, pañoleta, algunas con la marea verde también. Era una fuerza, mujeres de todos los grupos sociales, edades y ocupaciones. Eramos las jacarandas floreciendo. Se entonaban consignas contra el patriarcado, la impunidad, los feminicidios, la igualdad, por el triunfo del feminismo. La causa única, un cambio para lograr que las mujeres puedan vivir sin miedo, a ser violentadas, violadas o asesinadas. Al frente víctimas, algunas en sillas de ruedas, con sus hijos, luego familiares de víctimas que ya no están, la impunidad, atrás los contingentes femeninos, PUMAS, Mujeres en Plural, Ciudad feminista, Crianza feminista, 50 más 1, escritoras, periodistas, y cientos de organizaciones de la sociedad civil corearon consignas, se abrazaron y caminaron sin hacer caso de los grupos provocadores que buscaron violentar el evento. En 60 ciudades del país se reprodujo la marcha y la protesta, exigiendo seguridad.

Las fotos que muestran activistas embozadas bajando de camionetas de la policía capitalina se reprodujeron en las redes, 'Sin violencia', coreaban los contingentes. La marcha se paró cuando policía gaseó a manifestantes frente al monumento a Juárez. Algunas se retiraron, pero la mayoría aguantó hasta que pudo reanudar la marcha. Nosotras que marchamos en la delantera ya estábamos en el Zócalo a las 5: 20 horas, pero el resto del contingente pudo llegar hasta las 6:30. Para la 7 ya estaba lleno el Zócalo y los contingentes siguieron llegando hasta las 8:20. Se entonaron cantos, el violador, y mucho otros. Las embozadas lanzaron bombas molotov contra quienes pretendían desplegar una manta frente a Palacio. Globos con pintura roja se estrellaron en los muros. Se tiene el rostro de una de las atacantes, no conocemos su identidad. Sheinbaum dice no se criminalizará la protesta, y no habrá denuncias, pero queremos saber de quién se trata, de su liga a movimientos o partidos.

El lunes, tras la marcha y en el operativo 9 nadie se mueve, AMLO restó importancia a la protesta, despreció a las feministas y afirmó de nuevo que estaban organizadas para golpearlo. Ratificó que no habrá cambio en su política de seguridad y solo se reforzará para proteger mujeres. No dijo cómo, pero se negó a crear una Fiscalía Especial. A mi me sorprende cada vez más. AMLO ha recorrido el país, conoce la pobreza, el dolor, la desigualdad, así fue creando su movimiento que califica de humanista. Pero hoy no se conmueve por la muerte de niños con cáncer, por el maltrato y asesinato de mujeres, por los niños sin cuidados en primera infancia, por los huérfanos, por los petroleros muertos por la crisis de medicamentos. En efecto, los recortes y la inmovilización de su gobierno pretende arreglarlos con las dádivas, miles de millones, cuyo destino se aprecia no es para ayudar, sino para ganar votos.

Pese a todo, su popularidad baja, aún cuenta con gran respaldo, pero la protesta de las jacarandas se juntó con la caída de precio de petróleo, con el uso de los Fondos de Estabilización, con una caída del peso y pronósticos de calificadoras de que PEMEX y México pueden perder grado de calificación, ante una economía que no crecerá ni al 1%, enfrenta una errónea política energética y una caída de ingresos. El titular de SHCP dijo que tenemos una economía sana y en lo interno hay capacidad de mantener el superávit y un crecimiento en 2020. Habló de inversiones, el uso de los fondos, que se agotarán este año, tras ahorrar para atenuar choques externos. Hay responsabilidad en manejo de finanzas públicas. Pero el entorno internacional, la desaceleración de EEUU no son alentadores.

AMLO perdió su rumbo, su empatía con el pueblo de México, con sus pobres, sus dádivas no solucionan mercado interno porque van a mercados informales. La liberación de Ovidio Guzmán, seguido de la boda de su hermana en la catedral de Culiacán, oficiada por el obispo, quizá con la presencia del propio Ovidio, solo faltó la invitación a AMLO, señalan los culiacanenses. El cierre de PISA sin evaluar consecuencias por supuesta corrupción, la destrucción de empresas mexicanas, la caída del empleo, son temas muy dolorosos para los más pobres.

¿Dónde quedó el humanismo? En estrategias para consolidar su poder. Pero la duda es para qué quiere usarlo. Empobrecer al país no ayuda a nadie. Debe reflexionar, aún está a tiempo, pese a caída de precios del petróleo, algo se puede recuperar de inversión y tecnologías extranjeras, se pueden retomar energías limpias, y desde luego, se puede dialogar con las mujeres, escuchar, entender y actuar en consecuencia. Derivar el asunto como algo menor a las mujeres de su gabinete no es una solución. Su liderazgo se requiere en todos los ámbitos, ya concentró el poder, su uso debe beneficiar a los más vulnerables. Y recuperar el rumbo del bienestar y el crecimiento. Desde luego la seguridad es un eje fundamental para empezar a resolver el malestar social de un pueblo feliz, feliz, feliz.

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