Rosario Guerra

Competencia y competitividad

Si bien hay competencia, lo que se necesita es competitividad y esa se debe crear entre todos, con todos, por el bien de todos, para rescatar a México.

Existe el dicho de que lo importante es competir y no necesariamente ganar. Como consejo deportivo puede ser aceptable. Pero en política, lo importante es competir para ganar. Lo sucedido el domingo pasado, con un 4-2 como marcador final, nos pone a reflexionar. Mucho se ha dicho de lo sucedido. Análisis, anécdotas, predicciones, bueno, AMLO estuvo tan contento que decidió no ir a la Cumbre de las Américas. El intolerante, el excluyente, que no soporta críticas ni establece diálogo para acuerdos, se queja de que las dictaduras latinoamericanas sean excluidas. ¿O será acaso una trampa para apresar a Maduro?

Veamos hechos, más que hacer apuntes. En Quintana Roo el PRI decidió romper la Alianza Va Por México, para ayudar al PVEM, cuya candidata, Mara Lezama, será gobernadora, con el apoyo del todavía gobernador Carlos Joaquín, ayer traicionado, hoy traicionador. El PRI no perderá el registro porque en la elección para diputados locales, que son las que rigen la vigencia de un partido, se superó el 4 por ciento. Pero es obvio el priismo se siente traicionado.

En Oaxaca, la marca Murat es la franquicia desde hace tiempo. Apoyar al candidato de Morena era apuesta segura para padre e hijo, en su alianza con AMLO. Alejandro piensa, no en una embajada, sino incluso en una posición en el gabinete de AMLO. La relación cordial se mostró desde hace varios años. Y José Murat tendió puentes entre Alejandro Moreno y AMLO. Colocó a su otro hijo y a su cuñada como diputados plurinominales con el apoyo del CEN. En los hechos no hubo alianza.

En Hidalgo sucedió algo similar. Carolina Viggiano, desde tiempo atrás, decidió romper con el gobernador Omar Fayad. Hay varias anécdotas de una tensa relación, entre ellos, que llegó incluso a ofensas. El veto de Fayad era claro, tenía otro candidato. Pero Alejandro Moreno tenía compromiso con Rubén Moreira y su esposa. No logró un acuerdo para tener un candidato de unidad. Fayad optó por abandonar al PRI a su suerte, cuando Alejandro fracasó en su intento de que Viggiano fuese electa candidata por el PRI y entonces el PAN, con todo y los riesgos, la registró como propia. La alianza tampoco funcionó.

Tamaulipas, siempre tierra de cacicazgos, dio la gran batalla. A Cabeza de Vaca le iba su futuro en ello. Aun cuando las encuestas daban ventaja a Morena, la votación se esperaba cerrada, y así fue. Los incidentes fueron varios. Boletas marcadas, enfrentamientos entre civiles y policía, cierre arbitrario de casillas, propaganda en casillas, compra de votos. Pese a denuncias contra la familia Villareal por su relación con el huachicol, el resultado fue favorable a Morena. Aquí la alianza funcionó pero no estuvo preparada para frenar a los hombres armados que cerraban casillas y amenazaban electores.

Durango fue complicado. Se logró la alianza a favor de Esteban Villegas, priista, en un estado gobernado por el PAN. El candidato fue contrincante del actual gobernador, las resistencias panistas eran fuertes. Pero Rosas Aispuro actuó con sensatez y logró convencer de la necesidad de vencer antiguos conflictos. Aquí la alianza funcionó y logró el triunfo, con todos los actores involucrados, aun sin MC.

En Aguascalientes, desde el principio la candidata del PAN logró el apoyo del PRI y del PRD. La unidad fue sólida desde el arranque de la campaña, y al igual que en Durango, sin apoyo de MC, se logró el triunfo contundente que ya las encuestas anunciaban.

El PRI está llevando la peor parte por decisiones equivocadas y supuestos acuerdos incumplidos. El problema es grave. Si se va Alito, ¿queda Vigianno y Moreira? ¡O Murat! Y el tiempo sigue corriendo para lograr acuerdos internos. Los estatutos tienen sus límites.

El menos reconocido, pero más importante en la contienda fue el INE. Para las 23 horas ya el PREP anunció resultados preliminares confiables. Los órganos locales y el propio INE trabajaron conjuntamente para dar a los procesos credibilidad, legitimidad y certeza, y los respaldó la confianza ciudadana.

Lo que queda claro es que la Alianza Va por México, cuando tiene bases sólidas, es una alternativa competitiva. Sin embargo, construir esa base sólida debe tener un compromiso más allá de ganar. ¿Cuál es el contenido de la alianza, o es más de lo mismo, o un regreso al pasado?

El Frente Cívico Nacional tiene una propuesta. Cambiar el sistema político presidencialista. No un tlatoani por otro. Formar un gobierno de coalición. Con un gabinete de coalición, con mayorías legislativas de coalición. El debate y los nuevos equilibrios marcarían una nueva forma de gobierno, que amplíe la participación social y renueve a los agotados partidos políticos. La coalición si bien por ley, la llevan a cabo los partidos, la búsqueda de un candidato o candidata presidencial debe pasar por una elección ciudadana. Que decida la gente, para conformar una candidatura competitiva.

El cambio de sistema buscaría retomar políticas públicas como la salud y medicamentos para todos, la protección de mujeres y niños, con refugios y guarderías, la reactivación de fideicomisos para el arte, la ciencia y la cultura. Pero sobre todo, la confianza para atraer inversión y rescatar a los 3.4 millones de nuevos pobres. Hay, desde luego, coincidencias con Morena en combate a la corrupción, a la pobreza, a dla iscriminación, pero de otra forma, realmente eficaz.

Entonces, la respuesta es que si bien hay competencia, lo que se necesita es competitividad y esa se debe crear entre todos, con todos, por el bien de todos, para rescatar a México. Con contenidos claros. No es la disputa por el poder y el enriquecimiento. Es la lucha por recuperar libertades, bienestar y confianza en el marco de un nuevo equilibrio del poder, donde las decisiones sean colegiadas y no se impongan criterios de grupos de interés que se disfrazan de salvapatrias. Que sea el debate público, las propuestas, las ideas, las que se discutan y en su caso, la mejor sea la que triunfe.

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