Rosario Guerra

Democracia y dictadura

El narco se empodera y los niños tendrán educación de menor calidad, todos somos víctimas de lo que llama AMLO la lucha contra la corrupción y la transformación de la esperanza.

Francisco Martín Moreno definió a AMLO como cruel. Cerró refugios para mujeres maltratadas, cerró guarderías, dejó morir a los niños con cáncer, acabó con el sistema de salud y el abasto de medicamentos, ideologiza la educación pública, creó dos millones más de pobres, prefirió las estampitas al cubrebocas y no hizo pruebas porque era una gripita.

Tenemos oficialmente 222 mil muertos, pero muy posiblemente sean más. Nos hacen mucha falta.

Mandó al carajo a los heridos y muertos del Metro L12. No le importa la seguridad aérea y nos pone en riesgo a todos, con falsa humildad. Se dice humanista y polariza a la sociedad. Hay más muertos por violencia y 10 feminicidios diarios.

Matan candidatos sin que el Estado pueda protegerlos. Morena aprovecha para promover a los suyos, sin pésame de por medio. Se abraza con la mamá del Chapo y deja libre a Ovidio. Cierra Palacio Nacional a feministas y a todo grupo que busca soluciones a sus problemas.

Sigue con una gran popularidad con un discurso amañado. Pero no miente. Nos dice que le piden se reelija, y ya encontró el método de prórroga del mandato: deja a la SCJN el tema. Descalifica críticas, amenaza e inventa delitos contra quienes lo cuestionan.

Habla de los responsables del pasado sin ver su presente, adjudicaciones directas, el Ejército como constructor, abandonando sus funciones de seguridad nacional, su hermano que no declaró apoyos de campaña, sus familiares con contratos.

Se queja del Banxico por no obtener remanentes, cuando el valor del peso cambió, amenaza a su gobernador. No respeta órganos autónomos especializados que tomaban decisiones imparciales, y quiere de regreso todas las funciones al Ejecutivo.

Mete las manos en el proceso electoral alegando justicia por compra de votos, cuando él mismo hizo promesas, sin tarjetas, pero sus candidatos las usan y esos no están con proceso abierto en la Fiscalía. Su justicia está por encima de la ley. Las violaciones legales son válidas en nombre de su justicia y su defensa de la democracia selectiva.

Ya empezamos con conflictos con el TMEC que amenazan el posible crecimiento del PIB. Cayó la inversión y el empleo. Pone en riesgo la seguridad aeronáutica por su austeridad republicana y por compartir espacio aéreo de Sta. Lucía con aeropuerto CDMX, y ni siquiera empiezan operaciones. El deterioro actual ya demeritó a nuestras líneas aéreas que apenas se recuperaban del Covid.

Cargar en su conciencia con tantas muertes no parece afectarlo, aunque anda de mal humor, lanzando más amenazas para derrotar a quienes supuestamente causan los problemas.

Las elecciones del 6 de junio consumen sus esfuerzos. Descalifica al INE y al TEPJF para preparar terreno y alegar fraude electoral, cuando somos los ciudadanos quienes contamos los votos. Insiste en el fraude de 2006, sin una sola prueba, y ataca a Felipe Calderón. Éste en entrevista llama al voto, deben acudir los ciudadanos y decidir entre democracia o dictadura. Así lo evalúa.

AMLO condena a Mexicanos Contra la Corrupción y Ia Impunidad para frenar sus investigaciones y pide no se les apoye económicamente porque es una injerencia contra su gobierno. Esta asociación civil puso en la opinión pública casos de corrupción en universidades, en carreteras, en muchos aspectos de la gestión gubernamental, e incluso fueron aliados de la Secretaría de la Contraloría en el pasado. ¿Por qué teme a la investigación anticorrupción y limita transparencia?

Acabó con los fideicomisos. Ya no hay becas para estudiar en el extranjero, ni sistema nacional de investigadores para evitar que trabajen con el sector privado. Acabó con el cine, con el teatro y con la cultura. Dejó sin apoyo crediticio a campesinos. Desapareció el Fondo de Desastres que atendía emergencias por sismos y huracanes u otras desgracias. Acabó con el deporte de alto rendimiento. Cerró el Fondo para la Seguridad Pública. Terminó con el apoyo a periodistas amenazados y defensores de derechos humanos.

AMLO solo dijo que eran corruptos todos y bandidos sus defensores. Las funciones de fomento desaparecieron, pese a promesas, y las secretarías, en la austeridad republicana, siguen sin dar respuesta.

El dinero se va a Pemex, barril sin fondo, con una estrategia equivocada que además causa incumplimiento del TMEC; a CFE que nos venderá más cara la luz; a proyectos de elefantes blancos: Tren Maya, Dos Bocas, Santa Lucía, estadios de béisbol para ligas infantiles. Adiós a energías limpias. Regala dinero a miles de ciudadanos por cualquier causa, pero el consumo se va a mercados ilegales y no se captan ingresos fiscales. Tampoco se abate la pobreza, porque no hay acciones de emprendimiento que la rompan realmente. No hay padrones, ni transparencia y quizá ni siquiera lleguen los recursos a todos los beneficiarios. No alcanzará el Presupuesto para tanta dádiva.

Las universidades públicas de gran prestigio también quiere someterlas, creó falsas universidades ‘patito’ donde gasta miles de millones mientras recorta ingresos a las que forman profesionistas de excelencia. Cada vez que volamos cobran el TUA, que se ha incrementado escandalosamente para pagar tenedores de bonos de un aeropuerto que no se construirá por un capricho, también revestido de corrupción, sin una sola prueba. Más de 300 mil millones tirados a la basura, y perdimos la oportunidad de ubicar a México como centro de comercio y transporte.

El narco se empodera, el Ejército se degrada, las policías no se profesionalizan, los niños tendrán educación de menor calidad, todos somos víctimas de lo que llama AMLO la lucha contra la corrupción y la transformación de la esperanza. No cesa la corrupción, es notablemente mayor, y la esperanza se pierde aceleradamente. Y lo peor está por venir.

Por eso creo que tanto Martín Moreno, como Felipe Calderón, tienen razón. AMLO es un presidente cruel, no humanista. Ni de izquierda como lo apuntó Cuauhtémoc Cárdenas o Roger Batra. Debemos votar por nosotros, por las nuevas generaciones, por la democracia y no para empoderar los inicios de una dictadura que abiertamente quiere apoderarse del país y destruir instituciones.

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