Arte Límbico

Arte y Educación como catalizadores de experimentación y transculturalidad

El arte puede ayudar a tener una concepción más amplia, plural e incluyente de la persona que las haya estudiado como proceso formativo.

En un ambiente marcado mercantilista es bastante útil recordar que no todo en el arte se trata de transacciones comerciales y dinero. Para enmarcar esta válvula de escape me gustaría destacar una vertiente en particular: es decir el arte en la educación.

Mi desarrollo como artista se ha visto influido por el trabajo como educador. Ahí, me he podido dar cuenta de las necesidades pedagógicas de mis alumnos.

La necesidad de crear un espacio seguro que permite que los niños y adolescentes encuentren en el arte un bálsamo de independencia, creatividad, apreciación estética, meditación, sublimación y también transgresión y catarsis conducida. Todas estas manifestaciones son fundamentales para un ser humano.

Desafortunadamente son pocas escuelas e instituciones pedagógicas que se toman en serio crear un currículum de educación artística que trascienda las clases de dibujo, pintura y otros bajo un enfoque tradicional y ortodoxo. En mi experiencia el desarrollo de un plan de estudios de arte para alumnos de primaria, secundaria y preparatoria debe de tener enfoques con amplitud y miras en nuestra contemporaneidad. Para esto se necesita de una confianza total por parte de la institución educativa al educador. Dejando que el profesor desarrolle un proyecto que trace metas específicas, ampliadas y experimentales.

Como educador crear un proyecto o currículum experimental con metas específicas podría parecer más trabajo pero no lo es. De esta forma el artista educador puede compartir las disciplinas donde se sienta más afianzado. Y así, expandir estás a otras disciplinas que tengan una influencia en otras asignaturas. Tales como psicología, filosofía, geografía, idiomas extranjeros y globalización. Mis experiencias más importantes como educador incluyeron un elemento más: la transculturalidad.

Esta última se trata de un aspecto que cada vez estará más presente en nuestras vidas. Conforme el mundo se siga expandiendo los ciudadanos por todas las vías seguirán migrando. Y de esta forma se verán inmersos en espacios y culturas ajenas adonde crecieron.

El arte puede ayudar a tener una concepción más amplia, plural e incluyente de la persona que las haya estudiado como proceso formativo. Además de ayudar a crear bajo andamiajes universales un lenguaje propio. Por ejemplo en un idioma solamente los que lo hablamos entendemos lo que se escribe y se habla a través de él.

En una pintura todos somos capaces de apreciarla sin importar de dónde eres y qué idioma hablas. Como ejemplo están las pinturas de Mark Rothko, artista que con pinturas monocromáticas ha sido capaz de captar la atención de millones de personas de distintas culturas y nacionalidades.

¿Qué idioma habla Rothko?. Rothko habla el idioma de la emoción y de la sensibilidad a través del expresionismo abstracto.

Regresando a la educación hay elementos que el nuevo educador de arte tiene que tener muy presentes. Yo recomendaría al educador de arte tener muy claro proyectos experimentales con principios y finales perfectamente establecidos.

Aplicando materiales específicos para trabajar sin accidentes ni contratiempos. En este ejemplo recomiendo trabajar con arcilla, tierra y pinturas hechas a propósito que no sean tóxicas para alumnos menores de doce años.

De esta forma el educador tiene un total control de lo que se desarrolla. Y en caso de que algún niño se coma la pintura —ha pasado, créame— no pase absolutamente nada. En los libros hay autores que ponen tanto cariño y amor a sus trabajos que valdría la pena hacer un artículo de varias páginas hablando solamente de esto.

Con relación al material bibliográfico le recomiendo, querido lector, visitar el trabajo de la autora internacional Marion Deuchars. Los libros de está autora británica tienen un énfasis en sumergirnos por la historia del arte y contagiarnos la gran dicha del proceso creativo bajo un enfoque de experimentación internacionalista.

Utilizando como ejemplos ejercicios explicados a detalle para hacer una pintura como Hokusai (Japón), Pablo Picasso (España), Van Gogh (Holanda) y los números en maya (México, Guatemala, Belice y Honduras).

Para puntualizar en una conversación que tuve con ella: Marion me señaló oportunamente “Los libros que hago tienen mucho más sentido bajo el acompañamiento de un maestro y guía para su mejor aprovechamiento”. Es así como confirmé que los libros por más completos que sean tienen que tener una participación de interpretación por parte del alumno y del profesor. Yo como educador en el Este de Asia constantemente me veía en situaciones donde tenía que explicar el contexto cultural de cada uno de los artistas que estábamos estudiando. De esta forma los alumnos entraban en contacto con otros países sin salir del aula. Todo bajo una atmósfera de creatividad, contemplación y expansión global. Con libros y materiales de pintura específicos, a mí me encantaría pensar que en un futuro podría haber mayor espacio en las escuelas para implementar planes de estudio con arte experimental y vocación internacional. En donde la estética se vea trascendida por el espíritu intrínseco y expandido de las artes hacía las humanidades sin muros ni fronteras.

Raúl Gasque

En la víspera de la primavera del dos mil veinticuatro.

COLUMNAS ANTERIORES

Recorrido Poético
Evocación Púrpura y Violeta

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.