Construyendo

La tecnología debe estar al servicio de un propósito

Mas allá de la emoción, el disfrute del momento o el asombro, los avances tecnológicos deben llevarnos a resultados prácticos que verdaderamente nos sirvan para un propósito en particular.

Es una reacción profunda y naturalmente humana, el asombrarse con lo desconocido o novedoso. Especialmente esto sucede cuando entramos en contacto con aparatos que mediante el uso de los avances tecnológicos disponibles, pueden realizar actividades o procesos que creíamos antes imposibles de ser realizados por una máquina o dispositivo.

De pequeño, vivía yo en un hermoso poblado de Yucatán llamado Espita, y en ese entonces ya podíamos hablar con alguien distante mediante un aparato llamado teléfono, pero esos aparatos no se parecían en nada a los de ahora. Recuerdo que tenías que girar una manivela, y entonces te contestaba el concesionario del servicio, a quien yo le decía: “Don Nando, comuníqueme por favor al 21, a casa de mi padrino Don Will”, él inmediatamente conectaba unos cables con terminales de plug en su centralita, giraba otra manivela, y entonces timbraba en el lugar de destino de la llamada. Hoy me encantaría poder decirle a Siri: “Comunícame con mi padrino Don Will”, y digo “encantaría” porque a pesar de que tecnológicamente ya es posible hacerlo, lamentablemente mi padrino falleció hace unos pocos meses y por el momento la tecnología aún no se atreve a concederme ese deseo.

Y ese natural asombro no solamente nos ocurre a los adultos cuando recordamos y comparamos lo que hoy tenemos con lo de antes. También los jóvenes se asombran con los avances del día a día. Es muy común en eventos, exposiciones, o museos, que estén en exhibición esos lentes para ver efectos de realidad aumentada o virtual, y muchos al pasar la experiencia terminan con un “¡Wow, qué padre está esto!”

Pero mas allá de la emoción, el disfrute del momento, o el asombro, los avances tecnológicos deben llevarnos a resultados prácticos que verdaderamente nos sirvan para un propósito en particular.

Reflexionaba sobre estos temas precisamente al conocer la noticia de que hace apenas unos días, el Departamento de los Municipios y el Transporte del emirato de Abu Dhabi, dio a conocer el lanzamiento de un proyecto de “gemelo digital”, el cual permitirá mediante el uso de realidad aumentada en 3D, facilitar y dar soporte a los procesos de toma de decisiones, así como también integrarse con otros elementos de muy avanzada tecnología, como la fotografía aérea, el escaneo LiDAR o el software de motor de juegos.

Con este proyecto se persigue mostrar una exhaustiva y precisa representación de todo el emirato, y que los usuarios sean capaces de explorar el desarrollo del lugar en 3D y hacer evaluaciones profundas de una inmensidad de datos.

A pesar de que no existe aún una definición universalmente aceptada para el término “gemelo digital”, podemos decir que se trata de una representación virtual de un sistema o producto físico existente en el mundo real, que puede ser usado para diversos fines prácticos, tales como simular, integrar, probar, monitorear o gestionar el gemelo físico a partir de la permanente sincronización de una enorme cantidad de datos, en tiempo real con el gemelo digital.

¡Asombroso!, ¿no?, pero lo más importante es que sirva para un propósito.

Raúl Asís Monforte González.

E-mail: raul@mienergiamx.com

Facebook: Raúl Asís Monforte González

Twitter: @raulmonforteg

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