Pedro Salazar

Informar en la pandemia

El fenómeno que nos está tocando vivir es causa de preocupaciones, sufrimiento y problemas, pero también de lecciones y retos importantes.

El próximo lunes se rendirá el informe de gestión de la Dirección del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM de un año totalmente transcurrido en pandemia. Comparto algunas lecciones que me ha dejado la revisión de los datos que se harán públicos ese día. Lo hago centrando mi atención en las acciones y actividades que han tenido una alteración en el contexto de la emergencia sanitaria y que nos dejan lecciones que debemos tomar en cuenta de cara al futuro inmediato y mediato.

Las instalaciones institucionales –ubicadas al lado del hermoso espacio escultórico y frente al jardín botánico de la Universidad– nos han estado esperando, pero están en condiciones para recibirnos. El equipo administrativo del Instituto nunca abandonó la infraestructura, por lo que es posible habitarlas y ocuparlas.

El dato no es menor porque nos recuerda que la pandemia es un contexto, pero no debe ser un pretexto. No ha sido posible acudir de manera asidua al espacio laboral por razones objetivas relacionadas con el cuidado y la seguridad de las personas, pero no hay razones para no hacerlo en cuando sea posible. Recuperar las dinámicas de encuentro y convivencia es un horizonte que debe convocarnos y movernos. En eso estamos.

De hecho, dado que la modalidad presencial será reforzada con el aprendizaje virtual, en las instalaciones de esta entidad universitaria que es pública y que forma parte de la Universidad de la Nación, se han instalado seis nuevos puntos de acceso a la red inalámbrica, principalmente en las áreas comunes y ventiladas. Esa inversión en tecnología es una respuesta a la experiencia vivida y una apuesta a las oportunidades que ya se están vislumbrando.

Comparto algunos datos en esa dirección. Hasta ahora las actividades con público siguen y seguirán siendo totalmente virtuales y, en esa modalidad, hemos tenido un incremento del 27 por ciento en el número de eventos académicos. De hecho, el impacto de la divulgación de la ciencia jurídica se incrementó exponencialmente. El año pasamos acudieron 9 mil 864 asistentes a las iniciativas que realizamos; en este año fueron 59 mil 990 las personas que acudieron de manera virtual a nuestra oferta de divulgación académica. Se trata de un incremento del 600 por ciento de público que algo nos indica de cómo debemos imaginar lo que sigue.

Si miramos los datos que arrojan las visitas a nuestro portal web también tenemos números que merecen reflexión. Pasamos de 7.8 millones de visitas en el periodo 2019-2020 a 13.3 millones de visitas en este año. Además, en el año se sumaron más de 57 mil nuevos seguidores a nuestras redes sociales y, en el mes de mayo de 2021, alcanzamos en la cuenta de Twitter los 100 mil seguidores.

Ello se debe en parte a la capacitación que brindamos a nuestra comunidad para utilizar plataformas como Moodle para el desarrollo de actividades de educación continua y se crearon micrositos como el de Análisis Electoral 2021, que siguió (y sigue siguiendo) las decisiones más importantes de las autoridades electorales en este año de elecciones.

También pusimos en marcha una Línea Institucional de Investigación en “Derecho e Inteligencia Artificial” (LIDIA). Con ella buscamos estar a la vanguardia en la investigación de los temas que estudiamos y su vinculación con las nuevas –aunque, en realidad, ya no lo son tanto– realidades, retos y posibilidades que ofrecen e imponen las nuevas tecnologías. Gracias a ello hemos logrado vínculos con organizaciones como la Asociación de Internet MX, que se ha convertido en una aliada en proyectos e iniciativas en estos temas de frontera.

Como es normal una parte de los esfuerzos de la comunidad se centraron en pensar los desafíos impuestos por la contingencia sanitaria. De esta forma se emprendieron y concluyeron 5 proyectos de investigación sobre el tema; se publicaron 22 libros –17 de la “Serie Opiniones Técnicas sobre Temas de Relevancia Nacional: emergencia sanitaria por COVID-19”–; 12 artículos, y se organizaron 13 eventos académicos entre seminarios, webinars y foros internacionales sobre la pandemia.

Además nuestra Estación Noroeste de Investigación y Docencia “Héctor Felipe Fix Fierro” en Tijuana, Baja California, estuvo activa en el análisis del impacto de la pandemia en la frontera y, en particular, en la vida de las personas migrantes.

En síntesis, el fenómeno que nos está tocando vivir es causa de preocupaciones, sufrimiento y problemas, pero también de lecciones y retos importantes.

En el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM estamos conscientes de ello.

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